A continuación el texto íntegro de la declaración.
El amor a la patria, a los héroes, a su historia y el respeto a los símbolos patrios es un principio universal y es la suprema expresión del sentido de la nacionalidad, fraguada en Cuba en las guerras de independencia y de liberación nacional, con la sangre derramada por miles de cubanos, para lograr una Cuba Libre, dueña de sus destinos y con una Revolución con justicia social, que hace suya la dignidad plena del hombre.
En representación de los historiadores cubanos, agrupados en la Unión de Historiadores de Cuba, condenamos y rechazamos a los que conspiran para destruir la Revolución, laceran la tranquilidad de nuestra sociedad, tratan de provocar la inestabilidad y dañar la unidad del pueblo cubano en momentos en que el imperialismo yanqui ha reforzado el bloqueo al país, para tratar de rendirnos o dividirnos, siguiendo el guión de la subversión, la confusión y los daños que nos causa su genocida política, reforzada en medio de la ejemplar batalla de nuestro gobierno para preservar la salud del pueblo ante la pandemia de la Covid-19.
Nos sobran motivos para repudiar la postura injerencista del imperio y la de aquellos que en Cuba y fuera de su patria, le rinden pleitesía y se enrolan en acciones desestabilizadoras y campañas mediáticas. Innumerables veces, nos hemos enfrentado y hemos derrotado falsedades y agresiones de todo tipo.
Apoyamos la posición de principios del Ministerio de Cultura de no dialogar con los que sirven y se benefician del Gobierno de Estados Unidos, cuya grosera intromisión en los asuntos internos de Cuba, estimula esta manipulación mediática, con evidentes fines desestabilizadores. Los historiadores cubanos estamos junto al pueblo, que en transparente referendo democrático, dio su voto a la Constitución que proclama como uno de sus principios fundamentales la soberanía de la Nación, el respeto a las leyes y la irreversibilidad del socialismo.
La capacidad de dialogar de la Revolución y sus dirigentes ha estado presente desde su propia génesis, pero siempre sobre la base de principios éticos, de soberanía, y sin la égida del adversario histórico de la nación cubana. Los encuentros con los trabajadores, intelectuales, periodistas, jóvenes y estudiantes, al igual que con los historiadores, han permitido identificar las mejores acciones, atender preocupaciones y avanzar en el perfeccionamiento de nuestra sociedad socialista.
Corresponde a los cubanos dignos enfrentar con valentía, sentido del honor nacional y sabiduría política el momento presente, pleno de complejidades y peligros, pero también de esperanzas luchadoras. Los historiadores estaremos siempre entre los que fundan y crean, entre los que aman y construyen la patria que nuestros héroes y mártires desde el 10 de octubre de 1868 y el 1 de enero de1959, forjaron para servirla y hacerla más plena, digna, con independencia y justicia social.
Secretariado Nacional de la UNHIC
La Habana, 4 de diciembre de 2020