Arleen Rodríguez Derivet, Premio Nacional de Periodismo José Martí 2024

El jurado del Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida, correspondiente al año 2024 —integrado por los 16 periodistas al pie de firma de esta declaración—, analizó los expedientes de los 31 candidatos propuestos por igual número de delegaciones de base de la Unión de Periodistas de Cuba, y luego del debate establecido por el reglamento para este proceso, que expuso la trayectoria profesional de los colegas propuestos, concluyó sus deliberaciones reconociendo que merece la más alta distinción del gremio: la periodista Arleen Rodríguez Derivet.

Graduada en la Universidad de Oriente, cumplió su servicio social como corresponsal del diario Juventud Rebelde en su provincia natal de Guantánamo entre 1982 y 1986. En ascendente trayectoria, en 1987 ocupó la responsabilidad de Jefa del Equipo Económico del diario. Posteriormente, en 1989 a pasó a ser su Subdirectora Editorial y luego la Directora desde1993 a 1997. Allí fundó y dirigió el semanario “Opciones” y “Periolibros” con la UNESCO.

En 1993 mereció el Premio Nacional de Periodismo de la Obra del Año por la cobertura como enviada especial a la II Cumbre Iberoamericana de Madrid y sus entrevistas exclusivas a varios dirigentes de la Revolución.

En 1998 y hasta 2002 laboró en Radio Rebelde como comentarista editorial y conductora de “Haciendo Radio”, etapa en la que el programa ganó premios consecutivos en el Festival Nacional de la Radio. A partir de 1999 simultaneó esa labor con la de directora y editora de la revista Tricontinental de la OSPAAAL. Desde esas responsabilidades, comienza a colaborar como panelista en la Mesa Redonda fundada por Fidel el 16 de diciembre de 1999, de la que pasó a formar parte en 2005.

En 2002 crea, escribe y conduce el programa “Una Luz en lo Oscuro”, para difundir la causa de los Cinco Héroes cubanos prisioneros del imperio, programa ganador durante varios años del Premio Especial del Festival de la Radio y del Premio de la Dignidad.

Desde el año 2000 es conductora alterna de la Mesa Redonda, donde ha promovido líneas editoriales para el debate y la educación en valores, como las series “En Persona”, con Héroes de la República de Cuba.

A su trabajo se deben espacios dedicados a la socialización de documentales como la transmisión durante un año de una selección crítica de la obra de Santiago Álvarez en ocasión de su centenario y donde se han estrenado decenas de documentales cubanos y extranjeros.

A partir de 2005 y durante cerca de diez años fue parte del guion y la conducción de la Mesa Redonda Internacional para Telesur, desde la cual entrevistó a varios presidentes, cancilleres y otros líderes latinoamericanos y caribeños, como Evo Morales, Rafael Correa, Nicolás Maduro, Álvaro Colón, Leonel Fernández, David Choquehuanca, Shafik Handal, Piedad Córdoba y Patricia Rodas.Ha entrevistado también a líderes políticos de países como Líbano, Siria, Palestina, Angola y Estados Unidos (James Carter) y a decenas de intelectuales y académicos de todo el mundo como Noam Chomsky, Samir Amín, Ignacio Ramonet y Tariq Alí.

En 2006 realizó el documental “Los afortunados entrevistadores de Fidel”, que se convertiría en un pequeño libro homónimo, que en 2008 mereció el premio de la Biblioteca Nacional como la publicación de no ficción más leída en la red de bibliotecas del país.Es co-guionista junto a Isabel Santos del multipremiado documental “Viaje al país que ya no existe”, sobre la realidad de Vietnam en dos tiempos.

Durante la pandemia desarrolló las series En Zona Roja y En Zona Blanca, desde el cual conectaba a los médicos de la Henry Reeve con sus familias en Cuba y entrevistaba a los principales responsables de los protocolos médicos en el enfrentamiento a la COVID 19.

A raíz de los acontecimientos del 27 de noviembre de 2020, inició junto a otros colegas, el segmento “Chapeando” para desmontar fake news, trabajo que alterna con la subdirección editorial de la Mesa Redonda y coberturas periodísticas del acontecer cubano y del presidente Miguel Díaz-Canel.

Su obra es un recorrido de impacto y trascendencia por la realidad cubana que le ha tocado vivir. Su capacidad para convertir el periodismo en una causa, es hoy más necesaria que nunca para recuperar su sentido primigenio, en un mundo que se distingue por la precarización de la profesión. Su vocación formadora ha acompañado a varias generaciones que la sienten cercana y accesible.

A su pluma debemos muchas de las memorias vívidas de su vínculo con Fidel, los reportajes hondos y emocionales de las madrugadas, los viajes, la cercanía con el pueblo de Cuba y con los pobres de la tierra; en esa mística que le acompañó siempre.

De su compromiso de servicio a la Patria nos lega una narrativa que forma parte de lo mejor del periodismo cubano de la Revolución y de todos los tiempos, como herencia ética y de profundidad intelectual.

De su temperamento polémico y de raigal guantanamera nos entrega atrevimiento, valentía, buen humor y conversa libre y sensible para el periodismo.

Y porque como dijo el emblemático periodista polaco Ryszard Kapuscinski: ‘Para ser buen periodista hay que ser buena persona’.

(FUENTE: CUBAPERIODISTAS)

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