La mentira, una práctica habitual de Radio Martí
Cada día cuesta más trabajo encontrar el adjetivo ideal para calificar tanta mentira y falsedad difundidas por la emisora miamense que se hace nombrar Radio Martí. Desde hace bastante tiempo viene insistiendo, con gran frecuencia, en el supuesto maltrato y abandono en que se encuentra el ciudadano estadounidense Alan Gross, prisionero en Cuba por ejercer actividades contra la Revolución.


En cierta ocasión afirmé algo de lo que estoy absolutamente convencido: los medios de comunicación del mundo rico funcionan como verdaderos lacayos o cancerberos del poder económico, siempre dispuestos a la mentira y la distorsión para lograr el ansiado oro del amo, no importa si en el empeño se renuncia al decoro, la ética y la vergüenza. A ultranza siempre dispuestos a enaltecer y promover las sociedades en las que el consumo –aún cuando sea superfluo y desenfrenado- se convierte en una meta prodigiosa de bienestar.