El diferendo político y diplomático entre Gran Bretaña y Ecuador, que este miércoles cobró dimensión mundial luego de la confirmación del asilo concedido por la nación andina al periodista australiano Julián Assange, me recordó al cubano Silvio Rodríguez, al salvadoreño Roque Dalton y al argentino Jorge Ricardo Masetti.
Al fundador en junio de 1959 de la agencia Prensa Latina, porque Masetti siempre sustentó el principio ético y profesional de que había que ejercer con pasión el periodismo, hacerlo en forma objetiva y veraz, pero jamás un comunicador honesto podía ser imparcial ante los crímenes del imperio.