La indigencia de los opulentos
Los opulentos son también indigentes, pero de principios humanos y morales, es decir, carecen de sentimientos mínimos que favorezcan la convivencia decorosa y el respeto al derecho ajeno, como diría el ilustre mexicano Don Benito Juárez. Viven como verdaderos parásitos escondidos entre el oro y la abundancia.