El olvido, un aliado imperial

Es como un animal que esconde con tierra sus propios desperdicios  para que nadie en derredor los vea, y consecuentemente olvide. En tal torrente usted se entera de problemas de infidelidad, de matrimonios lujosos, conocer que un fulano es gay y una cantidad de informaciones semejantes.

Todo ello para omitir los grandes crímenes que, históricamente, han hecho los imperialistas y sus acólitos del gran mundo que se autoproclama democrático defensor de los derechos humanos.

Por ejemplo, el pueblo cubano ha sido, y es aún, víctima de los desastrosos efectos que causan las acciones terroristas de Estados Unidos, ejecutadas desde el mismo triunfo de la revolución cubana.



Todo ello consecuencia directa del gobierno yanqui o perpetrados y patrocinados desde su territorio con la tolerancia de sus autoridades. Digamos también intentar ahogar al pueblo con un bloqueo que es causante de los graves problemas que el país afronta económicamente.

Aún mucho más: querer apoderarse de nuestro país mediante la invasión de Girón, con el obvio resultado,  el triunfo revolucionario y la humillación de los invasores. Y qué decir de las múltiples plagas mortíferas introducidas en el país, tales como la roya de la caña de azúcar; el dengue hemorrágico; el moho azul del tabaco. Gran daño en la  actividad pecuaria por la diseminación de varias enfermedades, entre ellas la seudo dermatosis nodular bovina; la peste porcina que causó el sacrificio de 800 mil animales; la enfermedad viral del conejo y otras. 

Otras acciones que no deben olvidarse; digamos los múltiples programas para asesinar a nuestro líder Fidel Castro y otros dirigentes de la revolución. En el caso del primero llegaron a rociar con un alucinógeno un estudio de la televisión cubana que sería utilizado por él, con el propósito de que se expresara de manera incoherente y se desorganizara su conducta.

No es posible olvidar los casos de las explosiones del buque La Coubre en el puerto habanero donde murieron decenas de cubanos en acciones de rescate, y mucho menos la voladura del avión de Cubana de Aviación donde también encontraron la muerte más de 70 hijos de la patria cubana. Ambas acciones logradas por sus autores intelectuales Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, los que recibieron inmediatamente el beneplácito y apoyo de EE.UU. calificados como “luchadores anti castristas”.

También les invito a leer sobre la llamada Operación Peter Pan, instrumentada para aterrorizar a los padres y enviar a sus pequeños hijos a Estados Unidos; e igualmente la creación de emisoras de radio para infundir una imagen de caos en el país y tergiversar la realidad, como son los casos de Radio Swan, La Cubanísima, La Fabulosa, Radio Mambí, Radio Martí, Radio Caimán y hasta Televisión Martí.

Agreguemos la ley Helms-Burton, un engendro diabólico creado para asfixiar a Cuba económicamente y hacerla retroceder 60 años. Se llegó, incluso, en 1963, a crear una agencia denominada “Detectives Globales” para perseguir a empresarios en cualquier parte del mundo que comercializaban con Cuba o proyectaban hacerlo. Sumemos a ello el número, muy alto, de ataques a poblados, secuestro y hundimiento de embarcaciones de pescadores; y más reciente el acto terrorista ejecutados por un bandido que ametralló nuestra sede diplomática en EE.UU. y de cuyo acto no hemos recibido respuesta alguna que no sea el silencio absoluto.

Pero ante tanta crueldad aplicada como castigo por negarnos a caer de rodillas ante el amo imperial, se abren verdades irrebatibles: Cuba jamás ha practicado el terrorismo, y Estados Unidos sí lo ha utilizado históricamente como arma de terror para lograr sus intereses de dominación. Estados Unidos envía tropas al mundo causando miles de muertos; Cuba envía médicos para salvar vidas en cualquier parte del mundo. ¡Y ahora resulta que nos incluyen en una bochornosa listica de países patrocinadores del terrorismo!.

Señores del norte: por favor, ahorren papel en crear listas infames, utilícenlo para otros menesteres; no se hundan más en el lodo; ya es hora de comprender que las acciones  perpetradas contra la isla rebelde siempre se estrellan contra la dignidad del pueblo.

Debían saber que con Cuba no hay arreglo posible ni con bravatas, insultos, sanciones, amenazas o invasiones. Si algún día existiera la posibilidad de entendernos, siempre sería con respeto total al pueblo cubano y sus dirigentes y sin condicionamientos que nos impida continuar con nuestro socialismo, ya perfeccionado por si un día llegara ese momento.

… y primero se hundirá la Isla en el mar antes que consistamos en ser esclavos de nadie”.  Fidel Castro Ruz

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