Ana Elvira Ávila, entre melodías y guiones

La vida de Ana Elvira Ávila Arias no podría contarse sin mencionar a la Radio, pues casi toda su existencia la ha pasado como musicalizadora del grupo dramático Nino Moncada, de Radio Cadena Agramonte en Camagüey. Tenía 16 años cuando llegué a la emisora en 1972 y por ser menor hasta tuve que esperar a inicios del año siguiente para hacer el contrato laboral, y ya tengo 68, comenta. Por un breve período laboró primero en la discoteca de la planta radial; luego optó por la plaza de musicalizadora, y tras obtener la mayor puntuación en el examen para ello, pasó a formar parte del citado cuadro dramático. Con ella, en aquellos momentos eran tres las mujeres que en Cuba se dedicaban a la musicalización, por lo que contribuyó a romper estereotipos en el sector, y tanto lo hizo que hoy es Artista de Mérito de la Radio Cubana y Maestra de Radialistas. La Musicalización Radial, una especialidad apasionante En consideración de la destacada musicalizadora de programas radiales en Camagüey, Ana Elvira Ávila, si algo es determinante para ejercer la especialidad es la cultura general. Confiesa que con el debido tiempo siempre lee el guion y la sinopsis de cada personaje para conformar el diseño sonoro, pues no es igual ambientar una ciudad de los años XX del siglo pasado que una actual, o reflejar un personaje negativo, que uno positivo, expresa. Esas habilidades las ha demostrado lo mismo en programas infantiles, que en novelas o espacios históricos, y ciertamente su crédito significa un sello de calidad. Actualmente destaca la comodidad que representa la digitalización de la producción radial, aunque afirma que no fue fácil el tránsito de las cintas magnetofónicas a las computadoras, pero ella, perseverante como es, logró adaptarse y adquirir amplia destreza. La Radio: vida y casa …

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Angel Luis Martínez: un hombre de radio y su derecho de soñar

Hablar de Ángel Luis Martínez es hablar de un “hombre-radio” de los pies a la cabeza; un artista completo que sabe dejar correr sus propias emociones para darle vida a un personaje, y a su vez escribir las más vibrantes historias y los más complejos y entrañables seres. Pero antes de ser ese hombre comprometido con la radio, Ángel Luis fue un oyente apasionado, enamorado del folletín radial y con sueños tan poderosos que terminaron haciéndose realidad. Su derecho a soñar se concretó en una carrera fructífera, llena de reconocimientos en el medio, y que ha podido replicar en la televisión con dos telenovelas previas a la que en pocas semanas podrá ser disfrutada por la familia cubana: El derecho de Soñar. Por: Jordanis Guzmán Rodríguez, www.envivo.icrt.cu Sobre este homenaje a la radio hecho novela, sus consideraciones respecto al medio y sus sueños, pudimos platicar en una entrevista llana, jovial, que además de acercarnos al artista, permitió conocer al gran ser humano; solo siendo buena persona se pueden escribir historias tan conmovedoras y humanas. El experimentado guionista, que en esta ocasión comparte autoría con Alberto Luberta Martínez, hizo gala de sus habilidades de orador, y como si de sus labios salieran hilos de oro, fue bordando magistralmente sus respuestas a mis preguntas: ¿En cuáles circunstancias y contexto surge la idea de homenajear a la radio desde la televisión con El derecho de soñar? «Yo escribí para Radio Arte una serie que se llamó Huellas en el aire, para conmemorar los cien años de la radio cubana; fue una serie que se le hizo determinada propaganda y se divulgó por determinados medios. Cuando la Casa Productora de Telenovelas se enteró de esto, me convocó a que hiciera algo parecido en la televisión, también con el objetivo de festejar los cien años …

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