Las ratas pierden el rumbo
Ya no saben qué hacer, están desconcertadas en el interior de su madriguera; unas a otras discuten acerca de cómo pueden hacer el mayor daño para derribar al enemigo que, ellas mismos, han fabricado. Pero en el momento en que pareciera no encontrar solución en sus discusiones surgió la brillante idea de una de las roedoras: ¡Hagamos una gran campaña para acusar a Cuba de ser enemiga de las religiones!