Las ratas pierden el rumbo

Ya no saben qué hacer, están desconcertadas en el interior de su madriguera; unas a otras discuten acerca de cómo pueden hacer el mayor daño para derribar al enemigo que, ellas mismos, han fabricado. Pero en el momento en que pareciera  no encontrar solución en sus discusiones surgió la brillante idea de una de las roedoras: ¡Hagamos una gran campaña para acusar a Cuba de ser enemiga de las religiones! Una rata, al parecer un poquito inteligente, advirtió que tal acusación no prosperaría, pero no obstante se sumó a la camada y por unanimidad triunfó el objetivo: incluir en una lista a Cuba entre los países que no garantizan la práctica religiosa y persigue a los creyentes.

Es que lamentablemente en la cueva real de humanos que no conocen de dignidad, ni decoro, ni de honestidad, actúan tal la viñeta que precede este modesto comentario. Y lo hacen mintiendo con un odio inaudito, desfachatez e incluso, llegando a una ridiculez asombrosa. Figúrese usted, llego a pensar que no vale la pena combatir a estos insignificantes seres, pero de inmediato reflexiono y me doy cuenta que es un error. Sí hay que hacerlo, pero no con simples palabras vacías, sino con argumentos muy sólidos que nadie se atreve a desmentir porque sencillamente son realidades irrebatibles.

Al efecto me valgo de datos que aporta el reconocido intelectual Arthur González, periodista, investigador, politólogo y ensayista cubano:

“A Cuba la han visitado tres Papas, la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Patriarca Ruso; en la Constitución cubana queda explícito la igualdad de todas las manifestaciones religiosas y el derecho de los ciudadanos a profesar el culto de su preferencia, porque el Estado reconoce, respeta y garantiza la independencia de creencias. Por otra parte, en Cuba existen diversas religiones: católica, cristiana, protestante, ortodoxa rusa; además el judaísmo, islamismo, budismo, espiritismo, y otras de origen africano como yoruba, abacuá, bantú. Pero hay más, por ejemplo: Cuba es visitada por miles de religiosos para participar en eventos nacionales, regionales y mundiales; las entidades religiosas y fraternales editan y distribuyen no menos de 60 publicaciones”. Hasta aquí los datos imprescindibles e irrebatibles.

Es decir, estamos ante hechos sencillamente miserables, aunque si algo puede considerarse positivo es que nos enseña, una y otra vez, hasta dónde pueden llegar el gobierno yanqui y sus acólitos para destruir  la revolución cubana.

Todo, en definitiva, es el precio que estamos pagando por ser libres, independientes y no querer inclinar nuestra cabeza ante ningún amo; por combatir al tirano Batista, alumno predilecto de Estados Unidos; por haber desterrado para siempre la pretensión de hacer a nuestro país un gran prostíbulo, repleto de casinos y drogas, invadido por la mafia norteamericana e italiana.

Esa es la verdadera razón por la que nos atacan y hasta piensan, a estas alturas, en un golpe blando que únicamente está en la mente alcoholizada de estos insectos.

En resumen, el gobierno yanqui es muy preocupado por el derecho de Cuba a ser libre e independiente, sin injerencia alguna de ningún poder foráneo. Ello es una gran mentira, no lo crea …

“Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Benito Juárez

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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