¿Oficio? ¡Salvar vidas!
Salvar vidas es el “oficio” más hermoso desde que surgió la especie humana. Es por eso que, cuando uno conoce a personas que le ponen, además del talento y la experiencia, el corazón para sacar del “hueco” a alguien y devolverle la felicidad de seguir compartiendo un espacio pequeñísimo en el mundo terrenal, es que aquilatamos la incómoda posición de estar acostado al filo de una navaja.