Detrás de bambalinas
Por supuesto, no descubro nada nuevo. Detrás de grandes capitales ostentosas y altivas que muestran sus “virtudes”, donde ruedan autos lujosos, edificios rascacielos, tiendas boutique, barrios solo de ricos y un sinnúmero de maravillas más, se esconde detrás otro mundo donde la vida deja de ser digna para asumir a diario la desesperanza, el ruego por poder vivir como se debe, la falta hasta de un mínimo y precario lugar para descansar o un alimento que pide a gritos su sufrido estómago.