Tania Pérez James, una mujer de las artes escénicas

Nací el 22 de marzo de 1943, en la Villa de los Artistas, porque mira que hay artistas en Guanabacoa, desde Rita Montaner hasta Julio Alberto Casanova, la lista es muy grande… Estudié en la Escuela de monjas La milagrosa, allí estuve hasta el sexto grado. Tuve la suerte de realizar examen e ingresar directamente al instituto sin tener que hacer el séptimo y octavo grados, porque después me eché a perder, pero yo era una niña de cien puntos.

Y después que termina el bachillerato, estudia o pasa ya a trabajar…

Después que termino el bachillerato en 1960, comencé en el MINREX para hacerme especialista de relaciones exteriores, o sea  prepararme para el cuerpo diplomático, el jefe de mi departamento era Enrique Pineda Barnet. Realmente me convocó la Juventud Socialista a la que pertenecía, disciplinadamente acepté, pero esto no me gustaba. Comencé muy bien alternando el trabajo con la capacitación, me enviaron a Chile, allí estuve como un año, pero no me sentía feliz con el trabajo, aunque me lo celebraban.

Y que hace entonces?.

Mi mamá encontró una convocatoria para la Escuela de Arte Dramático Florencio de la Colina, que estaba allí en la calle L, en el Vedado. Muchos actores importantes pasaron por esa escuela.Florencio de la Colina. Y hacia allí encaminé mis pasos.

Recuerdas a los profesores?.

En ese momento estaban Roberto Garriga y Modesto Centeno, como profesores de actuación y el director era Mario Rodríguez Alemán. En otras especialidades estaban Loly Buján, Roberto Fandiño, Zoe Fernández, que nos daba expresión corporal, Elvira Cervera que era nuestra profesora de Español y Literatura. Había un claustro extraordinario de profesores, Realmente nos preparaban.

Durante que tiempo permanece en la escuela de arte dramático?

Cuando terminé el primer año dio la casualidad que estaba de gira por la capital un grupo muy bueno, El conjunto dramático de Oriente, me hicieron una prueba. También me había presentado en el Instituto Superior de Arte y aprobé el examen de ingreso. Se me presentaron esas dos posibilidades más. Pero yo con 22 años me consideraba muy vieja para irme becada para el Instituto Superior de Arte. Al director del Conjunto Dramático, le gustó mi prueba, mi personalidad, el trabajo que había hecho y me invitó a ir para Santiago de Cuba. Y acepté la oferta del Grupo de Teatro.

Durante el tiempo trabaja en Santiago, recuerda a otros actores. Puede referirse a alguna obra que la marcara.

Tengo muy buenos recuerdos del Conjunto Dramático de Oriente. Recuerdo a Obelia Blanco, Félix Pérez, Enrique Molina, Carlos Padrón, Raúl Pomares, Maria Eugenia García, Selene Gonce… Muchos buenos artistas, que después han demostrado su valía en la radio, el cine y la televisión nacionales. En aquel momento el señor Adolfo Gudkin, argentino, era el director de nosotros. Recorrí casi toda la antigua provincia de Oriente durante año y medio. Fueron muchas obras, pero la que más me impactó fue Santiago 57. A lo mejor no era la mejor, pero fue la que más me conmovió.

Y cuando vuelves a la capital del país.

Regreso a la Habana porque estando de gira por la antigua provincia oriental me lesioné la rodilla izquierda, de eso he padecido toda la vida. Empecé a tener problemas serios. Imagínate cuando mi mamá lo supo me fue a buscar. Eso fue en Junio de 1966.

Y que es lo primero que haces ya en la Habana?.

Bueno ahí se produjo mi ingreso a la radio de forma voluntaria, pero como guionista y también actuaba en un programa que tenía la antigua CMQ, que ya en ese momento se llamaba Radio Liberación. Era un programa infantil sobre los guías de pioneros. Yo era todavía de la juventud comunista. En esa etapa empezaron allí también las actrices Cruz Pérez e Ileana Cordobés, el locutor era César Arredondo y el programa lo dirigía Gaspar Arias.

Cómo y donde usted conoce a quién sería su esposo y padre de sus hijas, el gran escritor de radio y televisión Abelardo Vidal.

Nosotros habíamos sido novios de jovencitos cuando ambos coincidimos en el Ministerio de Relaciones Exteriores y cuando él se vincula a CMQ volvimos a reanudar nuestro compromiso y en diciembre de 1966 nos casamos. El caso es que un día me dijo que yo no escribía bien el programa, que él lo iba a hacer mejor. Yo lo asumí no como un gesto de autosuficiencia, sino de suficiencia porque todos conocemos lo que ha sido como escritor Abelardo Vidal, tanto en radio como en la televisión, y yo acepté. Y efectivamente el programa salió mucho mejor y así él siguió escribiendo. Esto me ayudó a transitar de forma sistemática por la actuación en la radio.

Y cómo es que se introduce en el cuadro de comedias de la antigua CMQ, que realmente era el más cohesionado y fuerte del país.

Primero debo decirte que entre 1966 y 1967 pasé un  curso de actuación y dirección con el maestro Vicente Revuelta.
En 1968 me contratan oficialmente en Radio Liberación. Y lo primero que hice fue un personaje de una novela que estaba dirigiendo nada menos que Julito Lot. Fue un protagónico, sustituyendo no recuerdo si era por enfermedad, a una gran actriz como Fela Jar, figúrate que compromiso. Era una guajira. Mi compañero, o sea, el protagónico masculino fue el querido actor Ricardo Román. Salí muy bien porque trabajar con Julito era una maravilla, me dio mucha confianza y aprendí mucho de él, guardo un recuerdo muy lindo de este director. Y seguí trabajando con él en otras novelas y también en esos años lo hice con otros directores como Odilia Romero, Marta Jiménez Oropesa, Esmeralda Fernández, fue con las que más trabajé. También hice algunas cosas con Xiomara Blanco y con Isabel Aida Rodríguez, Esa fue mi verdadera Universidad.

Además de este contrato en Radio Liberación, hacía algo más en esta época, o sea final de la década del sesenta.

Paralelamente estaba haciendo en Radio Cordón de la Habana, un programa de tránsito de compañera con Eduardo Rosillo, lo hacía como locutora.Tuve después como un año sin hacer nada, porque estaba embarazada.

Y después de tener felizmente a tu primera hija, a que emisora de radio se incorpora?.

Cuando me incorporo a la radio, lo hice en Radio Progreso a principio de 1970, como locutora y actriz. Allí trabajé con Julio Batista en Ayer, Hoy y Mañana, un programa informativo, me encantaba, trabajaba como locutora y asistente de dirección, incluso en ausencia de Julio por la misión en Nicaragua, él me dejó como directora del programa, que era en vivo. Tuve mucha ayuda de Silverio Gutiérrez, Aldo Lavandera, Lilia rosa Suárez…. Trabajar con Julio es de gran enseñanza para cualquiera y yo tuve esa suerte.–
En lo dramático, en Progreso, trabajé mucho en esta época con Rafael Linares, Gilberto Enríquez, Abelardo Rodríguez, Andrés Hernández, Wily Leyva y Carlos Díaz Vilela. Cuando Caridad Martínez comenzó a trabajar como directora, ha sido la directora con la que más he trabajado tanto en la Novela Cubana como en Agente Especial…

Cómo actriz que obras le han marcado más.

En Radio Progreso te hablo del papel de Quinquina de la novela Gabriela, clavo y canela, del brasileño Jorge Amado y dirigida por Mirta González Perera, que después ha sido una de las directoras más talentosas también en televisión. Después hice una novela de Gonzalo de Mesa, que dirigió Caridad Martínez, tenía que hacer el papel de una gallega y para mayor complejidad, era una gallega dramática.

Hay dos trabajos que hice con Caridad Martínez que a mí también me marcaron, me dieron mucho placer. Uno fue en la novela de Manuel Cofiño, Cuando la sangre se parece al fuego y el otro fue en una novela con el sello de Joaquín Cuartas, Regreso a las cumbres, transmitida en los años noventa.

Entre las novelas que más recuerdo están también Sacchario, que dirigió Dagoberto Yánez; La última mujer y el próximo combate, de Cofiño, donde compartí el micrófono con Magie Castro y Emilio del Valle, entre otros.

Y en cuanto al espacio Teatro cuál es el que más recuerda.

Sin lugar a dudas mi papel de Yocasta en Edipo Rey. Es una de las mejoras cosas que hice en radio.

Pero además de locutora y actriz usted ha realizado otras labores en la radio.

Paralelamente he dirigido mucho tanto en Radio Progreso como en Radioarte. Lo he hecho con programas informativos, musicales, variados y por supuesto dramatizados.

Sé porque la he visto que también has tenido una vida artística muy activa en la televisión.

Si, he hecho mucha televisión, aunque el peso de mi vida está en la radio. Porque teatro en la Habana, he hecho algo, pero menos porque me lleva mucho tiempo. Pero recuerdo cuando regresé de Santiago un teatro que hice con el grupo de Marcos Miranda, estuvimos presentándolo en el Teatro Mella, era La cenicienta y estuvo en cartelera por espacio de un año, fue exitosa, también estaban Cruz Pérez, que era el hada madrina, Margarita Piloto, que hizo la cenicienta y supondrás,  por supuesto, que a mí me asignaron a la madrastra. Esto fue antes de 1968, o sea antes que la radio me contratara oficialmente.

Ahora háblame de la televisión.

En cuanto empiezo a trabajar después del parto de mi primera hija en 1967, el primer programa que hice fue Amigo y sus amiguitos, que lo dirigía en ese momento Marcos Miranda, que ya me conocía del teatro. También hice otros infantiles. Realicé algunas apariciones en Detrás de la fachada y después cuando empieza la televisión educativa me enrolaron en ella. Estuve también en Aventuras, entre ellas Los Mambises, donde tuve la gran satisfacción de trabajar al lado de Gina Cabrera, lo considero un privilegio.

Después me dieron un papel en la aventura La guerra de los palmares, que dirigió Miguel Sanabria. También recuerdo el espacio El cuento universal, lo hice muchísimo y en Las comedias, por cierto siempre que había una comedia rusa, yo tenía un papel asegurado. Entre los directores trabajé mucho con Cuqui Ponce de León, y con Carlos Piñeiro hice muchos teatros, entre otros.

Respecto a las telenovelas, cuales recuerda.

En primer lugar, fue de las primeras, con la firma de Lisandro Otero, La Situación, allí tuve el honor de trabajar al lado de la gran actriz Aurora Pita. Con el dueto en la dirección de Pedro Álvarez y Raúl Pérez Sánchez, trabajé desde mis comienzos en la televisión. Recuerdo de esa etapa dos títulos El jorobado de nuestra Señora y Una tragedia americana.

Y en los programas de televisión más recientes en el tiempo.

— Claro, se me olvidaba decirte que he trabajado mucho con Abel Ponce y con Chucho Cabrera en los seriales Día y noche y Tras la huella y también en un programa  muy instructivo como es Cuando una mujer.

Conozco también de su presencia en el cine. Cuénteme.

De cine he participado con Enrique Pineda Barnet en Tiempo de amar. Señor Presidente con Manuel Octavio Gómez y Otra mujer que dirigió Daniel Díaz Torres. De esta última tengo recuerdos maravillosos porque fue al lado de actores como Jorge Villazón y se grabó en Pinar del Río, en la Sierra de los Órganos y otras locaciones. También recuerdo que con Luís Felipe Bernaza trabajé en dos películas, La más popular De tal Pedro tal astilla, que se ha puesto mucho. Allí trabajaron como figuras centrales Reynaldo Miravalles y Nancy González. En ella hice el papel de esposa de Orlando Casín y mi hija era Anabel Leal.

Sabemos que la vida artística de Tania Pérez James es mucho más intensa y rica, pero, según ella su pésima memoria, y yo agregaría su modestia, hacen imposible poder mostrar todo el talento desplegado por esta formidable actriz por más de 40 años, tanto en radio como en televisión. Es bueno saber que a pesar de haber optado este año por la jubilación, eso no significa que esté retirada, se mantiene muy activa para el bien de nuestra radio, televisión y la cultura en general.

NOTA

TANIA PEREZ JAMES, Guanabacoa, Ciudad de La Habana, 1943

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