Mentiras abominables

En una época se utilizó para justificar golpes de Estado a gobiernos que no eran de la simpatía del Tío Sam; pero hoy, con la mayor desfachatez se procede igual pero con una diferencia, porque son los propios altos dirigentes de Estados Unidos los que públicamente llaman al fuego de la guerra y hasta declaran que es una variante  siempre tenida en cartera.

Es decir, es un derecho supremo que tienen para matar, atropellar, e imponer con sangre el modo de vida odioso que prevalece allá en el país del norte. Y siempre, como un slogan o aderezo, dicen que sus acciones son para salvaguardar la seguridad de los gringos y solo la de ellos porque las demás no importan.

Siempre han sido inescrupulosos y hasta ridículos para mentir. En mi propia Cuba, los medios poderosos como aquel mal que duró más de 100 años, «El Diario de la Marina», y otros del gran mundo, calificaban a nuestros combatientes de la Sierra Maestra como forajidos, es decir, a los propios que hasta con su propia sangre hicieron posible a esta Revolución; la tristemente célebre Operación Peter Pan para enviar a niños inocentes a EE.UU. porque el gobierno cubano pretendía despojar a los padres de la patria potestad; que el líder indiscutible de los cubanos poseía muchos millones de dólares en Suiza, y cuando el propio Fidel los emplazó para que aportaran alguna prueba solo se recibió la callada por respuesta, como hicieron también cuando afirmaron muchas veces que había muerto, porque entonces no tenían idea ni la tienen, de que Fidel vive hoy y siempre; los 5 héroes cubanos, como se conoce, han sido también blanco de las infamias, calificados como simples delincuentes y espías.

Pero el lamentable tornado que tanta destrucción causó en La Habana, quedó también como un récord en los anales de las mentiras, porque divulgan informaciones verdaderamente repugnantes, sacando partido hasta del sufrimiento de miles de cubanos, muchos de los cuales lo perdieron todo. 

Un pueblo se movilizó junto a sus principales autoridades, organizaciones políticas y de masas, la Defensa Civil (reconocida como una de las mejores del mundo),   intelectuales, artistas, el movimiento obrero, la Federación de Mujeres Cubanas, empresas fundamentales como la eléctrica, telefónica, construcción, en fin…todos mostrando un ejemplo insuperable de solidaridad humana, para de inmediato iniciar la reconstrucción.  ¿Y qué hicieron estas bestias ante el dolor?, no otra cosa que mentir, para saciar su odio.

El objetivo principal de la propaganda fue demostrar” que el Estado cubano «era incapaz para enfrentar el acontecimiento»,  dejar claro la evidente apatía del gobierno, y falta de recursos imprescindibles.

En definitiva, se trasladaba una imagen de desolación donde reinaban el caos, la incertidumbre y la ineptitud de los dirigentes.

Se llegó, incluso, a que el llamado Grupo de Tarea o Task Force para la internet en Cuba de Estados Unidos, activara la campaña para detractar nuestro referendo de la nueva Constitución.

Lo que se pretendía y pretende a todas luces y por asociación, es utilizar la propaganda sobre el tornado vinculado a este proceso, de modo tal que las personas opten por el NO el próximo 24 de febrero, dado que somos un país incapaz y en crisis permanente.

Pero en todo esto hay algo curioso. Tienen razón cuando dicen que somos incapaces,  y lo somos porque jamás nuestro presidente ni otra autoridad del gobierno cubano llegarán tan bajo en la escala de valores humanos, por lanzar rollos de papel sanitario a una multitud que clamaba en Puerto Rico por una mayor atención tras el paso de un huracán.

Es que nuestros hermanos de aquella isla no entienden que los recursos son para las armas y la guerra, no para esas tonterías de la recuperación.    

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