En el documental Cómo iniciar una revolución, el serbio Srdja Popovic, líder de Otpor, declaró: «Cuando Bob Helvey nos enseñó la política de la acción no violenta de Gene Sharp, me quedé maravillado…, aprendimos cómo se destruyen los pilares de apoyo que sostienen a un gobierno».
Una de las tesis del excoronel y veterano de Vietnam, Bob Helvey, conocida como «jiu-jitsu político», recomienda ocupar plazas públicas, organizar marchas, etc., para provocar la acción de las fuerzas de seguridad.
Siguiendo esa línea, la estrategia de los servicios especiales estadounidenses contra Cuba apunta a distorsionar los movimientos juveniles y estudiantiles, intentando subordinarlos y comprometerlos con niveles cada vez mayores de acción contra el gobierno.
Con la llegada del siglo XXI, ante la «necesidad» de impedir la continuidad de la Revolución, se plantearon la prioridad de fabricar nuevos «líderes» para los movimientos opositores.
Los viajes de los seleccionados para los cursos en universidades de EE.UU., América Latina y Europa, camuflados como programas de liderazgo, intercambio académico, etc., se utilizaron para instruirlos en la experiencia adquirida por sus preceptores en acciones de enfrentamiento a gobiernos no convenientes para Washington.
Para el año 2004, Srdja Popovic y Slobodan Dinovic, dos de los máximos dirigentes de Otpor, crearon el Centro para la Acción y la Estrategia no Violenta Aplicada (Canvas), un atractivo y productivo negocio financiado por el Gobierno de EE.UU.
El nuevo centro subversivo publicó el libro Lucha no violenta: los 50 puntos cruciales, que se convirtió en el manual de cabecera de los movimientos opositores, tanto o más influyente que los manuales de Gene Sharp, Bob Helvey y Ackerman.
Canvas llegó a tener activistas en más de cien países. Algunos de ellos visitaron Cuba, con el fin de promover su «negocio» entre los locales.
Académicos, activistas de ONG reconocidas, miembros de fundaciones y centros de estudio –de esos que parece que «tiran a la zurda en sus ideas», pero cuya posición es tan ambigua que resulta difícil precisar si la bola viene por la derecha, el centro o la izquierda– participaron en estas iniciativas.
Estudiar bien las leyes del país y buscar los puntos de conflicto, aprovechar momentos de crisis, descontento, inseguridad, catástrofes o situaciones climáticas complejas, aparecen entre las instrucciones de Canvas.
Todo eso está asegurado por una intensa actividad desde el universo de medios digitales y redes sociales, destinada a influir, modificar o controlar percepciones, emociones, actitudes, comportamientos y procesos de toma de decisiones de individuos o grupos, con el objetivo de alterar sus capacidades cognitivas.
El sueño de promover la ingobernabilidad y el desorden en la Mayor de las Antillas persiste, a pesar de las sucesivas derrotas que han sufrido sus enemigos. Es mucho el dinero, grande la ambición, pero mayores la ignorancia y la estulticia.
Autor: Raúl Antonio Capote
Fuente: Military Review, primer trimestre 2021
Guarimbas. Los gestores del Caos.
Foto: Tomada de Prensa Latina