Actuación con títeres, ¿especialidad perdida?

Pocos titiriteros, olvido de un arte, nuevas formas de hacer… podrían ser motivos por los cuales, hoy, las marionetas y los muñecos manipulados por personas, no prestigian como hace años, la televisión en el país.

Ana Jiménez, fundadora del Guiñol de la TVC y Artista de Mérito del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), reconoció el poco uso de los títeres en los medios de comunicación para llegar a los niños.

¿Qué es preciso para ser un buen titiritero?

El titiritero debe saber hacer su muñeco; saberlo construir y estudiar mucho. Hay que estudiar actuación, dramaturgia, amar mucho a los títeres y sobre todo a los niños.

¿Cómo valora usted la presencia de los títeres en la TVC?

Yo fui de aquella época del ICRT, donde hubo programas que yo llamo antológicos de la televisión como “Caritas”, que era precioso para niños muy pequeños; “Amigo y sus amiguitos”, y otros como “Tía tata, cuenta cuentos”.

Después de eso no he visto, de manera sistemática, el nivel que teníamos en aquella época. Y ahora condicionándonos al nuevo siglo, y a todo, hay que tratar de trabajar más con los títeres y el buen hacer en este sentido.

¿Piensa que el trabajo con los títeres puede ser bueno para educar a los niños?

Es fundamental. Nosotros no solo trabajábamos en la televisión sino en la comunidad, en los círculos infantiles, y las experiencias allí eran maravillosas.

Varias generaciones de cubanos crecieron junto a los títeres. Ya sea formando el gusto musical, haciendo reír o contando alguna historia interesante, los muñecos aparecían cada tarde, y, como tal, eran esperados por muchos niños frente al televisor.

Hoy la realidad es otra. Amén de las experiencias enriquecedoras que se gestan en provincias del país como, por ejemplo, “Barquito de papel”, los titiriteros y sus muñecos pierden espacio en la Televisión Cubana.

 

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