Los no elegibles y los acuerdos migratorios Cuba-EE. UU. (+Audio)

El documento reconoce la necesidad de facilitar la migración regular en beneficio de los dos países, de prevenir la migración irregular e impedir las salidas riesgosas que ponen en peligro la vida humana, y de luchar contra los actos de violencia asociados a este fenómeno y los delitos conexos, como la trata y el tráfico de personas.

Entre otras cuestiones, el documento expone la decisión del gobierno cubano de evaluar y decidir el retorno o no al país de algunos casos de ciudadanos que, antes de la entrada en vigor de este acuerdo migratorio del 12 de enero, hayan sido declarados por las autoridades estadounidenses como no elegibles para permanecer en su territorio.

Hay que explicar que como parte del Comunicado Conjunto de fecha 14 de diciembre de 1984, Cuba y Estados Unidos decidieron que nuestro país recibiría un número de 2 mil 746 ciudadanos cubanos que emigraron a través del Puerto de Mariel en el año 1980 y que habían sido declarados no elegibles para permanecer en el territorio estadounidense. En aquella época fueron calificados por el gobierno norteamericano con el término de «excluibles».

Las autoridades cubanas han argumentado que en aquel momento ambos países discutieron, presentaron la lista y esos 2 mil 746 ciudadanos han sido devueltos a Cuba paulatinamente.

Sin embargo, hay un grupo dentro de esos 2 mil 746 que no han podido ser retornados al país porque son personas que han muerto o que no están en el territorio norteamericano.

Entonces, como parte de este nuevo acuerdo suscrito el pasado 12 de enero, Cuba aceptó que le propusieran la sustitución de algunos de esos nombres, ya acordados para ser devueltos al territorio nacional pero que en la práctica no lo pueden hacer, por otros ciudadanos cubanos, siempre que cumplan las mismas condiciones por las cuales fueron elegidos aquellos 2 mil 746: tienen que haber emigrado por el Puerto de Mariel en 1980 y haber sido declarados no elegibles por el gobierno de los Estados Unidos, en aquella época.

Cuba ha esclarecido que va a cambiar algunos nombres, pero de los 2 mil 746 la mayoría ya han sido devueltos a la isla caribeña, así que se trata de un grupo reducido de ciudadanos cubanos. Entonces, esto no es sinónimo de que Cuba vaya a recibir a todos los ciudadanos emigrados cuando la crisis del Mariel y que han sido declarados como no elegibles por las autoridades estadounidenses.

La parte norteamericana debe presentar la propuesta y las autoridades cubanas tienen la potestad de aceptar o no el cambio de nombre, porque es necesario verificar que los ciudadanos cumplan los requisitos acordados.

Como parte del Comunicado Conjunto de fecha 14 de diciembre de 1984, se acordó una lista de 2 746 personas sujetas a la deportación desde los Estados Unidos que habían salido por el Puerto de Mariel cuatro años antes.

Desde entonces, a Cuba ha regresado un número considerable de ellos, pero aún no se logra completar la cifra total, debido a que personas de ese grupo están desaparecidas, murieron o presentan incapacidad para viajar.

El acuerdo actual, emitido el pasado 12 de enero, establece la posibilidad de sustituir los nombres que no puedan ser deportados por diversos motivos por nuevas personas, siempre y cuando sean ciudadanos cubanos que hubiesen salido hacia los Estados Unidos de América por el Puerto de Mariel en 1980 y hubiesen sido detectados por las autoridades competentes de los Estados Unidos cuando trataban de entrar o permanecer irregularmente en ese país, violando las leyes norteamericanas.

Ciertamente, con la firma del nuevo acuerdo migratorio, suscrito el pasado 12 de enero, ambos países dieron un paso de avance y están en mejores condiciones de promover una migración legal, ordenada y segura.

Con la derogación de la Política de pies secos-pies mojados y el Programa de Parole para profesionales médicos cubanos, se eliminaron dos importantes problemas que afectaban los intereses nacionales tanto de Cuba como de Estados Unidos, así como la seguridad de nuestros ciudadanos.

Sin embargo, para ser consecuentes con la letra y el espíritu del acuerdo y alcanzar relaciones migratorias normales entre Cuba y Estados Unidos, será necesario también que el Congreso estadounidense elimine la Ley de Ajuste Cubano de 1966, única de su tipo en el mundo.


Escuche el comentario en audio realizado por la periodista Angélica Paredes López, de Radio Rebelde:


 

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