Manuel Antonio Nadal Hidalgo, maestría y talento en función de la radio

No obstante, el ingreso a la Emisora de la Familia estuvo antecedido por acontecimientos asombrosos que obraron como una suerte de germinación.

Cada detalle en la vida de Manuel Antonio Nadal Hidalgo fue una confabulación del destino en virtud de concebir el recipiente humano donde convergen hoy sabiduría y talento.

Los que gozan el privilegio de tratarlo, reconocen en él dotes excepcionales para la música. La conoce, la disfruta, la vive. Crecer junto a intérpretes de renombre como Emiliano Salvador y Ernestico Díaz, contribuyó de manera significativa a su evolución.

Emotivos recuerdos atesora de una infancia distinguida por juegos tradicionales en la que caballeros andantes al estilo de Robin Hood eran protagonizados por tres niños gracias a la complicidad de los mayores.

Ama la estética y lo bello de una manera casi sobrenatural. Esta virtud lo convierte en experto para apreciar la música y emitir criterios acertados sobre disímiles temas, porque si algo compite con su capacidad para la creación son sus habilidades inigualables como buen conversador.

Abandonarse a la música es de los placeres que más disfruta Tony Nadal, como todos le llaman. Su exquisito sentido para reconocer lo excelso, hacen de él un admirador del Jazz, la música clásica y de Joan Manuel Serrat.

Nunca pudo vivir fuera de Puerto Padre. En las ocasiones en que viajó por disímiles razones, el amor por la ciudad donde nació lo obligó a retornar declinando incluso ofertas tentadoras.

Evoca con especial cariño la primera vez que entró a una emisora de radio. Fue en Santiago de Cuba y casi por casualidad; invitado a la grabación del indicativo de Radio Revolución quedó fascinado por aquel mundo distinguido por la magia del sonido.

Sin embargo, nunca imaginó que un día aquella primera impresión sería reemplazada por una infinita pasión donde convergen hoy, en igualdad proporcional, sentido de pertenencia y profesionalidad.

Bajo la tutela de excelentes radialistas como Nicolás Escalona Velazco, Alcides Cortés Reynaldo, Abel Labrada y Pedro Herlin Pérez, fue modelando un estilo propio que le permitió incursionar en especialidades claves como la dirección de programas y la conducción.

La misión internacionalista cumplida en Venezuela es recordada como experiencia que enriqueció cada una de las facetas de su vida y lo convirtió en mejor persona.

El hombre afable y cariñoso con quien es un privilegio conversar, reconoce como su sueño dirigir un gran dramatizado de producción propia en Radio Libertad.

Melodía, armonía, ritmo y timbres, son elementos de la música que Tony Nadal conoce a la perfección y es capaz de incorporarlos de manera magistral a la vida para llenarla de música. 

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