Radio Progreso y su impronta cultural

Una identidad sostenida durante nueve décadas, y que adecuada a la realidad histórica de la Cuba de hoy no deja de seguir siendo la misma. Llamada primero “El Progreso Cubano”, más tarde cambió su nombre para el actual. A cada minuto; en cada programa; en el decir de sus voces de la locución y de los dramatizados; de quienes a diario escriben allí, se destila un genuino sentido de lo cubano. En Radio Progreso se mezcla la tradición, la más genuina expresión de la identidad cubana de nuestro tiempo y un manifiesto ambiente natural que la lleva a ser reconocida, además, como “la emisora de la familia cubana”.

Radio Progreso es reflejo de nuestra cotidianidad y gustos populares, de la idiosincrasia cubana, sus modas y modos y del compromiso con lo bueno, enriquecedor y representativo de nuestra identidad nacional. Es por eso que tantos la prefieren.

Esta radioemisora alcanza en onda media todos los rincones de nuestro archipiélago aunque – no hallo quien me lo explique de modo convincente – existan provincias que no cuenten con su señal en frecuencia modulada, ventajosa por su calidad sonora y que evitaría, como es el caso de su señal de amplitud modulada en Cienfuegos, momentos desagradables de mala recepción, incluso de interrupciones. Esto es un problema de fácil solución si tomamos en cuenta que en el caso de la provincia señalada otras radioemisoras, incluso la local, se escuchan por varias sintonías de FM.

Problemas de la técnica aparte, lo cierto es que Radio Progreso es una emisora patrimonial de toda Cuba, y a toda ella debiera de llegar con la calidad de transmisión óptima.

Dos imprescindibles de Radio Progreso, Alberto Luberta (fallecido) y Aurora Basnuevo, la mulatísimaEs Radio Progreso un emblema de la cultura cubana en su expresión radiofónica. En sus estudios grabaron por primera vez Benny Moré y la Orquesta Aragón, así como innumerables intérpretes y agrupaciones cubanas y de otras latitudes. Es la emisora por excelencia de la programación radial dramatizada y humorística.

Por sus estudios, pasillos y oficinas caminó una y otra vez el inolvidable Alberto Luberta Noy para con su presencia llenar de gloria a la Radio Cubana, a la que tanto amor se consagró con su cubanísimo “Alegrías de Sobremesa”, expresión del más genuino humor criollo.

Tanto caló y pervive en el gusto popular, que la Televisión Cubana ha realizado una serie de animados con sus bandas sonoras originales, loable iniciativa que debiera abarcar todo el acervo de dicho programa. Es una manera de dar continuidad para las nuevas generaciones a un espacio que es, sin lugar a duda, parte de lo mejor de la historia de la Radio en nuestro país.

Espacios como “La novela de las dos”, “Tu novela de amor”, “La gran aventura de la humanidad”, “Así se forjó la Patria”, “Estudio Cuatro” y otras aglutinan a diario multitudes de radioyentes. Musicales esenciales para el campesinado, así como “La Discoteca Popular”, difusora de lo más representativo de la música cubana, haciéndonos recordar la voz inconfundible de su fundador Eduardo Rosillo. Educativos como “Del libro cubanos y sus autores”, que fomentan el hábito de la buena lectura en los radioyentes.

Colectivo de la emisora de la familia cubana, la Onda de la Alegría.

Y si alguna particularidad muy especial tiene la programación dramatizada de Radio Progreso es que ha devenido recurso incomparable para difundir – además de novelas, cuentos y teatros – otro tipo de espacios como los de salud, ciencia y tecnología y consejos para la mujer. Citemos “Por nuestros campos y ciudades”, “Reto a la imaginación” y “Nosotras”.

Al irrumpir la década de los sesenta con su avalancha musical, Radio Progreso fue emisora pionera con su espacio “Nocturno” que sigue formando parte de la mejor tradición musical radial cubana.

Aunque me he referido a espacios que felizmente se perpetúan desde hace décadas,  La Onda de la Alegría emprende cauces renovadores desde su identidad. Gracias a ello en tres veranos consecutivos hemos podido disfrutar de “Radio Cine”, espacio de los sábados en la tarde. Por cierto, entre 1959 y 1960 Radio Progreso tuvo un espacio parecido, “Cinema del Aire”, ideado, realizado y narrado por el santiaguero Luis Vilardel hasta su muerte en un accidente automovilístico. Muchos se preguntarán si “Radio Cine” se inspiró en “Cinema del Aire”; la respuesta es que los actuales realizadores desconocían la existencia de su antecesor. Pienso que la explicación de que haya un espacio parecido obedece al ADN que se inserta en cada talento que abraza a Radio Progreso como emisora para desarrollar su pasión creadora.

Perfil de Twitter de Radio Progreso promueve sus audios a demandaAhora que estamos a pocos meses del cumpleaños 90 de Radio Progreso, han venido a mi memoria estos recuerdos – oídos unos, vividos otros – que constituyen para cada miembro de ese excepcional colectivo todo un reto. Ser consecuentes y fieles al legado de poco menos de un siglo es tarea bien seria, y enaltecedora para quienes se les ha confiado.

Radio Progreso es continuidad al tiempo que se renueva. Honra su pasado, lo perpetúa en su cotidianidad y para lograrlo con creces emprende nuevos derroteros, receptiva a los cambios generacionales. Con mismo ímpetu innovador semejante al de sus antecesores – sigue siendo felizmente “la onda de la alegría”, “la emisora de la familia cubana”.

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