La radio, venerable anciana. Internet y la radio: un desafío mayor

Hoy se mantiene la tendencia de que las innovaciones están del lado de la tecnología y detrás van los contenidos. Esto no constituye un problema, siempre que el tiempo que medie entre el desarrollo del nuevo dispositivo y el contenido o programación que se pretende soportar en él no sea muy grande, porque se corre el riesgo de «llegar tarde a la fiesta». En una primera etapa, que para algunas emisora aún se mantiene, era habitual colocar en el sitio Web (Website) los mismos contenidos, o partes de ellos, que se difundían en la programación tradicional de AM y FM; con el lógico rediseño de los sitios Web, pasando por un necesario proceso de aprendizaje, sumado a una imprescindible inversión tecnológica, se han ido dando pasos para la adaptación de la radio al nuevo medio, sobre todo en los temas relacionados con la información: se diseñan contenidos propios para la red, aparecen los hipervínculos (hiperlinks), se trazan estrategias para lograr mayores posicionamientos en los principales buscadores de la red y se trabaja en la intencionalidad y personalización de estos contenidos. Otro aspecto que no debe descuidarse es la interactividad oyente-emisor, aprovechando los servicios de mensajería que proporciona la propia red.

Existe consenso en que la radio para Internet no debe ser la radio  que hoy conocemos, Internet impone hábitos, para el consumo de información, diferentes al del oyente tradicional, el usuario de Internet emplea la red, generalmente, para informarse sobre temas concretos, esto presupone la necesidad de contenidos o programas almacenados que puedan ser consultados a voluntad del usuario y deben contar con un elevado grado de especialización para complacer necesidades  de reducidos sectores e incluso el interés individual. La masividad o unanimidad de intereses informativos o de consumo del audiovisual en internet es una falacia, por el contrario, se inclina hacia una mayor diversificación y especialización de la audiencia en internet. Debe darse prioridad a los contenidos colocados a demanda de los internautas y tener presente que lo que se almacene en formato de audio debe ser abarcador pero concreto, la duración de estos contenidos, como regla, será menor que los que se emiten en la programación habitual; el usuario de internet rechaza las demoras en el acceso a la información que necesita. En los contenidos informativos se recomienda el uso de la entrevista y el reportaje, por ser géneros periodísticos atractivos, que se adaptan muy bien a las peculiaridades de la ciberradio y que pueden hacer un uso efectivo de los recursos creativos propios de la radio, incluida la ficción, son géneros que no están atados a una temporalidad noticiosa estricta, recordemos que lo que hoy es noticia mañana puede no serlo.

La competencia que representa Internet para la radio tradicional (AM y FM) es innegable, hoy las facilidades que brinda la red de redes resultan impresionantes, y sobre todo muy atractivas para ¨atrapar¨ adeptos,  como puede ser el compartir archivos mediantes redes P2P (Peer-to-peer), acceder a centrales de música o emisoras a la carta con programas como iTunes, descargas en reproductores MP3 o la indetenible y creciente tendencia al Podcasting, no hay dudas que esto conduce a una mayor especialización o fragmentación de la ¨audiencia¨ de la radio en Internet.

Si bien, el desarrollo de las nuevas tecnologías, Internet incluida, no presenta una tasa de diseminación, a nivel individual,  en la población cubana, que pueda constituir  un reto inmediato para la audiencia de la radio tradicional, no deja de ser un tema a estudiar porque la tendencia es hacia el crecimiento y en cualquier momento comienza la cuenta regresiva para dar  inicio a la competencia, si es que ya no se inició; además hay que tener presente que cuando una emisora pone contenidos o programación en un sitio Web no lo hace sólo para el territorio nacional.

Para nadie es un secreto que los adolescentes y jóvenes, incluso niños, que han crecido frente a una computadora y que llevan como ¨parte integrante¨ de su cuerpo un reproductor MP3 o MP4, preferirán confeccionar su propia lista musical a sintonizar una emisora tradicional. No creo que sea una batalla  perdida, lo que hace falta es prepararse para ganarla o por lo menos no ceder más terreno, para ello, además de tecnología, es necesario investigar a fondo el problema y sobre todo derroche de talento y creatividad.

Los tiempos en que la radio era la reina indiscutible imponiendo gustos o tendencias musicales en la audiencia han quedado atrás; donde si compite, con reales posibilidades de triunfo, es cuando los programas musicales se estructuran con una adecuada e interesante dosis de información sobre el contenido de la emisión (esto no lo puede hacer una lista musical preconcebida) pero para lograrlo se requiere de una elevada preparación del personal creativo, si nos limitamos, por facilismo o por incapacidad, a presentar un listado de números musicales, donde, en el mejor de los casos, sólo se da el nombre de la canción, el interprete y, si acaso, el autor, estamos perdiendo tiempo, dinero y lo peor: audiencia.

 

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