Armónicamente el autor acomoda los temas: la radio un medio de futuro, la comunicación radial, la magia de la radio, la radio como generadora de imágenes, la información en la radio y la naturaleza especial de la radio. En ellos el lector se acercará a tópicos polémicos desde los retos para la radio cubana, pasando por las perspectivas de futuro, los sectores de audiencia, las particularidades de la juventud y el papel de los medios en la sociedad contemporánea.
La utilidad del libro está en el cuestionamiento de qué tipo de radio debemos hacer y si sabemos o no, ¿cuál es el modelo de programación a trasmitirse en los nuevos tiempos?
El poder mediático actual es trabajado con detenimiento por el autor, que sobre los presupuestos del desarrollo de la identidad y la comunicación aborda esas temáticas complejas. Es interesante la utilización de los presupuestos del pensamiento martiano para el análisis propuesto.
América Latina y sus retos en la comunicación social ocupan espacios privilegiados en este volumen junto a la creación artística, la producción digital y la difusión de la música, por ser estos acápites de interés en el estudio sobre el medio radiofónico. .
Cuando en el mundo cada día se pierden las audiencias, hasta los hábitos de escuchar radio, el autor nos convoca a rescatarlos, a incursionar en nuevos procedimientos, renovar la forma de hacer y sobre todo da una visión muy actualizada de las principales problemáticas que el mundo globalizado y tecnológico le impone a los comunicadores.
¿Qué hacer? Es otro sugerente tópico para no dejar de leer estas páginas, pero hay más: Cómo informar mejor, comunicar con fidelidad, jerarquizar la información, alertar, esclarecer, argumentar con precisión y multiplicar la sabiduría a partir de la importancia que tiene el periodismo de investigación.
El autor es un experimentado «hombre de la radio y la comunicación social», creció en el ambiente radiofónico desde la era analógica y ahora, en los tiempos de la virtualidad y la digitalización se ha convertido en un referente por su experiencia nacional e internacional. Para los que comienzan a dar sus primeros pasos en el trabajo de las emisoras y los que llevamos algunos años en los medios, este libro tiene un valor extraordinario, porque además de ser un texto de consulta, incita al debate, al pensamiento creativo y a la meditación.
Las virtudes del texto radican además, en el espacio que ofrece para analizar el camino por el que transitan los programas de radio hoy y qué se necesita en el futuro. Cuba es pionera de la radiodifusión, y el libro valida esa historia de casi cien años, desde una perspectiva teórica, conceptual que contribuirá a la formación de mejores profesionales para este medio.
El texto del también colaborador del Portal de la Radio, Pedro Pérez Roque, nos provee de palabras claves que se convierten en acción: retos, entorno, contenidos, arte, comunidad, nación y cultura junto a conceptos vitales para la realización de productos comunicacionales de alta calidad tal como el autor define:»La Radio se ha convertido en la herramienta ideal para las comunicaciones, pues es el motor generador en la problemática de la segmentación de las audiencias, que acabará por consolidar la dinámica y la redefinición de la mezcla de medios».
El lector se detendrá en todos los capítulos y seguro volverá sobre ellos en más de una ocasión, pues no es este un libro para las bibliotecas, es para llevarlo consigo, fomentar el debate porque nos muestra cómo la radio es portadora de conocimientos de forma dinámica y participativa.
La radio: un medio de futuro, apela a la realización sobre las bases de la teoría de la comunicación, cuyo propósito está mediado por el lenguaje, uno de los elementos esenciales que conforman la nacionalidad, encaminado a la formación del individuo desde una óptica más valorativa y humana.
La radio como institución de la comunicación crea un espacio interactivo bien definido a nivel general, institucional y particular, entre el oyente y los realizadores.
Pedro Pérez Roque entre los conceptos bien atinados que vierte en su libro dice claramente: «El comunicador debe transmitir optimismo, hacerlo con alegría, con entusiasmo. Hacer especial énfasis en lo más importante de la intervención. Acompañar de silencios oportunos las palabras. Por último, evitar un discurso plano, monótono, sin inflexiones de la voz.»
Este libro trasmite satisfacción, convicción y sapiencia, atributos que en el presente milenio deben enarbolar las mujeres y los hombres que hacen radio.