Se produjo una emotiva ceremonia de recibimiento en el aeropuerto militar de San Antonio de los Baños encabezada por el Comandante en Jefe Fidel Castro. El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, quién había viajado a Bolivia, rindió el parte del traslado de los restos a Cuba. Después Aleida Guevara March, hija del Che, habló en nombre de los familiares de los caídos y se realizó, además, una ceremonia militar.
Inicialmente los restos del Che y los de los otros cuatro combatientes fueron trasladados y depositados en una sala del edificio sede del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en La Habana.
Algunos meses después, exactamente entre el 11 y el 13 de octubre los restos fueron expuestos en la base del complejo monumentario existente en la Plaza de la Revolución José Martí, donde los habitantes de la capital cubana y de otros lugares cercanos a La Habana le rindieron homenaje
El 14 de octubre se procedió al traslado de los restos del Che y de otros seis compañeros caídos, que hasta ese instante habían sido localizados y traídos a Cuba, hacia la ciudad de Santa Clara para ser depositados en un Mausoleo que se había creado en el Memorial existente en la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara.
El 15 y el 16 de octubre igualmente en la sede de la Biblioteca provincial “José Martí” en Santa Clara miles y miles de cubanos, particularmente de las provincias centrales, Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos, le rindieron honores y el 17 de octubre en un gran acto efectuado en la plaza villaclareña en el que habló Fidel se procedió a situar los restos en el Mausoleo y encender una llama eterna.
Radio Rebelde trasmitió en vivo tanto la ceremonia de recibimiento de los restos ocurrida en el mes de julio en San Antonio de los Baños, el traslado desde La Habana hacia Santa Clara y el acto efectuado el 17 en esta ciudad donde en el año 1958 el Che había librado en forma exitosa una gran batalla.
Particularmente muy relevante fue la trasmsión efectuada el día 14 puesto que se prolongó durante más de 12 horas y en la que participaron en la narración del desarrollo del traslado de los restos decenas de locutores y periodistas, así como un gran número de realizadores de sonidos, técnicos y personal de apoyo.
¿Cómo se concibió y realizó ese programa especial de tan singular magnitud y trascendencia histórica?
Desde varios días antes que se anunciara por los medios de difusión que los restos del Che y sus compañeros serían expuestos en la base del monumento a José Martí, en La Habana y que después se efectuaría su traslado hacia Sana Clara, Antonio Moltó, quién entonces desempeñaba las funciones de Subdirector de Información de Radio Rebelde, nos convocó a un encuentro con él a Ismael Rensoli, prestigioso director de programas de radio, y a quién suscribe este trabajo, atendiendo a que desde hacía algún tiempo a través de programas de televisión y en libros había estado tratando temas relacionados con la vida del Che.
Moltó explicó que se le había encomendado a Radio Rebelde que preparara las condiciones para realizar una trasmisión muy especial, no sólo por la connotación política que tendría , sino igualmente atendiendo al hecho que duraría muchas horas. Manifestó que se trataba del próximo traslado de los restos del Che y varios de los combatientes caídos en Bolivia hacia Santa Clara. Detalló que el programa sería muy extenso porque la caravana iría por la Carreta Central y que se desplazaría en forma relativamente lenta para que el pueblo, tanto en las ciudades y poblados, así como a ambos lados de la carretera pudiera también seguir rindiéndole homenaje a los caídos.
Es decir desde ese primer encuentro, aunque todavía no contábamos con los detalles precisos, se analizó la posibilidad que la trasmisión podría extenderse a través de 12 ó 13 horas.
Ese primer encuentro no fue extenso. Quedamos en volver a vernos al día siguiente y pienso que los tres salimos, y sobre todo Rensoli y yo que nos habíamos acabo de enterar de lo que se nos había informado a partir de ese instante nos preocupó: ¿Cómo lograr hacer un programa que podía tener más de 720 minutos de duración en el que deberían intervenir múltiples personas, entre periodistas y locutores, y hacerlo de manera solemne y que a la vez pudiera tener un ritmo que sirviera para mantener la atención de centenares de miles de personas, de manera muy especial las que habitaban en las provincias por donde no pasaría la caravana?.
Para mí fue algo muy especial también por el hecho que aunque conocía por referencia la labor de Rensoli como director nunca había trabajado con él, ni siquiera habíamos conversado, más bien sólo lo conocía de manera muy general. Al trabajar de conjunto, hermanados en ese proyecto, junto, reitero a Moltó, nació entre nosotros una amistad que se ha fortalecido en el campo profesional con otros programas relacionados con el Che.
Pero bueno sigo haciendo referencia a los antecedentes del programa especial del 14 de octubre de 1997. A su vez se tuvo en cuenta que aunque la televisión igualmente haría trasmisiones especiales no le era posible en ese momento realizar un programa especial de similar duración con descripciones de todos los lugares por donde se desplazaría la caravana. Es decir la radio era la que tenía que asumir ese reto y eso se debía preparar tan sólo en unos días.
En sucesivos encuentros, que por lo regular se efectuaron en horas de la noche, durante una semana, se fue preparando una especie de pre guión. Nos dimos a la búsqueda de materiales que pudieran estar en los archivos de emisoras nacionales, y sobre todo de Radio Habana Cuba, para contar de antemano con fragmentos de discursos de Fidel en los que había referido al Che, fragmentos de discursos del Che, poemas dedicados al Che por creadores cubanos y de otros países y algunas creaciones musicales también inspiradas en su vida y obra, aunque la música desde el principio sólo se pensó utilizarla de manera incidental.
Decidimos que el programa fuese conducido, desde la Cabina central de Rebelde, por seis locutores, cuatro de ellas mujeres, (Gladys Goizueta, Ana Margarita Gil, Yamilet González y Betsy Acosta) que se irían alternando formando parejas, cada cierto tiempo y que los otros dos locutores, (Cesar Arredondo y Roberto Canela) intervinieran para detallar algunas informaciones.
En mi caso debía desempeñar la función como una especie de conductor asesor en la Cabina central para ir dialogando con las locutoras y complementar acerca de aspectos de la vida y la obra del Che y ofrecer igualmente otros datos en relación con la zona por donde se estaba originando la trasmisión de los compañeros que reportaban desde distintos lugares.
Además seleccionamos a un destacado comentarista (Orlando Contreras) para que ofreciera valoraciones de la proyección internacional del Che.
A su vez se fueron estableciendo los contactos con las direcciones provinciales y emisoras de radio de Ciudad de La Habana, Radio Habana Cuba, Radio Cadena Habana , así como las de las provincias de Matanzas y Villa Clara para que fueran seleccionando sitios desde donde se podían hacer controles remotos, y seleccionaran a periodistas y locutores con posibilidades de participar en ese tipo de programa que tendría características muy específicas, y también para que elaboraran trabajos más bien breves, de unos cinco minutos de duración como máximo, y nos lo enviaran con prontitud para nosotros poder hacer una selección y contar con una reserva que nos permitiera poder cubrir el tiempo tan prolongado que iba a tener el programa o ante cualquier fallo desde el punto de vista técnico que se pudiera producir al efectuarse una trasmisión de control remoto, que incluyo, incluso, a manera de ejemplo, reportes de periodistas desde dos móviles y un helicóptero (trasmisiones que realizaron Diego Méndez y Luis Izquierdo).
Ya en fecha cercana al 14 de octubre se realizaron tres encuentros con todo el personal, periodistas y locutores, que hablarían para coordinar con ellos detalles específicos, de manera tal que se lograra una diversidad de temas, además de la descripción del instante en que la caravana pasara por los lugares desde donde ellos debían reportar, y también para si había algún elemento significativo en la vida del Che relacionado con esa zona lo destacaran. Los encuentros se realizaron, respectivamente, en La Habana, en Matanzas y en Santa Clara.
El 13 de octubre cuando todavía los restos del Che y sus compañeros estaban expuestos en el complejo monumentario en la Plaza de la Revolución “José Martí”, después de haber escuchado y seleccionado durante casi tres días las decenas de reportajes, programas breves y otros materiales que habíamos logrado acopiar o que habíamos recibido de diferentes emisoras, se elaboró una guía general más que un guión completamente terminado, porque aunque ya sabíamos la hora exacta que pasaría la caravana por los sitios donde se realizarían los controles remotos no era posible preverlo todo.
Teníamos que estar preparados para aplicar una variante propia de un programa en vivo, sólo que en este caso ese programa duraría más de 12 horas y dependería del trabajo eficiente de más de un centenar de compañeros y compañeras, entre periodistas, locutores, realizadores de sonidos, técnicos y personal de apoyo.
A título personal a mi me impresionó la capacidad demostrada y la labor realizada por Ismael Rensolí para dirigir ese programa. Durante esas 12 horas y un poco más estuvimos casi frente a frente separados por el cristal de la cabina. Yo estaba en unión de las locutoras y el del otro lado se sentaba un segundo, se paraba, recibía una llamada, hacia una señal que casi siempre llegaba en forma visual con un gesto, más que por una orientación extensa a través de los audífonos que teníamos puesto los que estábamos frente a los micrófonos.
Desde algo más de las seis de la mañana estábamos en Radio Rebelde el equipo de compañeros que trabajaría desde la Cabina Central, así como los que trasmitirían desde la base del monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución. También de inmediato se empezaron a hacer las pruebas con los otros puntos situados en la Ciudad de La Habana, la entonces provincia de La Habana (una parte de la que comprende hoy la identificada como Mayabeque) y ya en el transcurso del día con las cabinas de Radio Habana Cuba, Matanzas, y Villa Clara y con los lugares de esas provincias donde igualmente se establecerían trasmisiones. Incluso también en el programa se contó con el reporte de una periodista de Radio Rebelde que se hallaba en esos momentos en Bolivia (Zenaida Costales) y del móvil que viajó delante de la caravana (que lo atendió Ana Teresa Badia).
Atendiendo a ello puede decirse que con independencia que Radio Rebelde fue la planta matriz en realidad ese programa especial de más de 12 horas que se realizó el 14 de octubre de 1997 fue el fruto del trabajo coordinado del sistema de la radio en Cuba.
La trasmisión de este programa especial se inició a las 7 y 22 minutos de la mañana. Gladys Goizuela, ya fallecida, en unión de la también locutora Betsy Acosta especificaron que se describiría el traslado de los restos del Che y los demás compañeros caídos, desde La Habana hasta Santa Clara, a través de alrededor de casi 400 kilómetros y que se habían habilitado 33 lugares desde donde se efectuarían controles remotos, dos móviles, dos cabinas provinciales y la de Radio Habana Cuba, así como la Cabina Central de Radio Rebelde, en total 39 puntos de trasmisión.
Tras esta explicación general se produjo el primer contacto con la base del complejo monumentario a José Martí donde el locutor César Arredondo y la periodista Gisela Bell Heredia (ya fallecida) describieron el inicio del recorrido de la caravana con los restos del Che y los de los otros seis combatientes internacionalistas, los cubanos Alberto Fernández Montes de Oca, Carlos Coello, René Martínez Tamayo y Orlando Pantoja, así como el boliviano Simón Cuba y el peruano Juan Pablo Chang.
Este programa especial se mantuvo en el aire hasta que después de las siete de la noche llegaron los restos del Che y sus compañeros a la Biblioteca Provincial José Martí de Santa Clara, que fuera descrito por Minoska Cadalso, Normando Hernández y María Leisa Olivera.
He citado, de manera simbólica, tan sólo algunos nombres de los que hicieron posible esta trasmisión que a mi juicio, al menos que tenga conocimiento, ha sido la más extensa y en la que han participado una gran cantidad de compañeros y compañeras de distintas emisoras, que se haya realizado en nuestro país y tal vez a nivel internacional.
Radio Rebelde fue la emisora a la que se le hizo inicialmente el encargo de concebir, organizar y realizar este programa especial, pero en realidad su realización exitosa se debió al respeto, el entusiasmo y profesionalidad de centenares de compañeros y compañeras integrantes del sistema de la radio en Cuba.
Puede decirse que tanto este programa especial como la también histórica trasmisión de la llegada de los restos del Che y otros combatientes internacionalistas a Cuba en julio de 1997 y la del instante en que se celebró el acto y el depósito de los restos de lo que Fidel calificó como los compañeros heroicos del destacamento de refuerzo el 17 de octubre del año citado, están inscritas para siempre en la historia de la radio en Cuba y forman parte de las grandes realizaciones que a través de años y años han hecho los trabajadores de este medio de difusión por estar a la altura de nuestro pueblo y de su Revolución.
Radio Rebelde en ese memorable 14 de octubre de 1997, que hoy hemos recordado, con particular emoción supo rendirle un homenaje solemne y muy especial a quién fue fundador en plena lucha revolucionaria de esta emisora: el Che Guevara.
Y antes de concluir quiero decir que por fortuna tanto este programa especial, como las trasmisiones del día de la llegada de los restos del Che y de cuando fueron situados en el Mausoleo en Santa Clara se han conservado para la historia mediante un CD titulado Cadena Rebelde, preparado por el realizador de sonidos José Luis Vidal, quién con dedicación no sólo grabó esas trasmisiones, sino que después las fue procesando para trasladarlas de cintas a CD.
Fuente: http://www.radiorebelde.cu/noticia/radio-rebelde-traslado-restos-che-hacia-santa-clara-20121014/