El libro, articulado con fotografías, documentos históricos, mapas y fotografías de armamentos, ha llegado para quedarse como libro de consulta de un valor incalculable, para desandar los caminos heroicos del desempeño del Ejército Rebelde, sus combates, sus victorias, sus derrotas, la entrega de hombres revolucionarios decididos, a todo precio, a conquistar la libertad para Cuba.
Una y otra vez habrá que volver a estas páginas para entender a conciencia los caminos por los que ha transitado la Revolución cubana a lo largo de más de medio siglo.
La Victoria Estratégica llega a los hogares, a los centros de trabajo y de estudio de todo el país y aquí y allá se le ve leer, repasar mapas, fotos, documentos, a lectores que intercambian entre sí el resultado de sus lecturas personales.
Para mí es un libro que profundiza y a la vez impulsa el proceso mismo de nuestra Revolución.
Meditando sobre la trascendencia del texto que comento lo relaciono de inmediato con la Radio cubana donde tan buenos realizadores de dramatizados históricos tenemos en varias emisoras en nuestro país. Cuántos libretos se pudieran escribir abordando los pasajes que comenta Fidel y que darían un aporte masivo y multifacético a estas páginas donde los cubanos nos reconocemos.
En la década de los 60 recuerdo que me encantaba escuchar un programa radial, de unos diez minutos y que salía al aire sobre las cuatro de la tarde por una emisora nacional y donde un actor, lamento haber olvidado su nombre, daba lectura, con voz central y llena de sugerencias, a pasajes de un libro, fuera una novela, un cuento, etc. En esta propuesta el hablante marcaba las intencionalidades del texto con tal maestría radiofónica que a mí como oyente me parecía estar escuchando las distintas voces de los personajes, el sonido de la música como apoyatura dramatúrgica, los efectos, incluidos el galopar de la caballería o una tormenta caribeña desatada sobre la Isla grande.
Lo anterior demuestra lo que se puede hacer en la Radio cuando se es profesional y apasionado con el trabajo en el medio.
Un libro como el que nos ocupa merece tenerse en cuenta como proyecto en múltiples variantes, episódicas, de continuidad, crónicas y comentarios, entre otras.
Talento tenemos en la Radio de nuestro país para hacer de La Victoria Estratégica una memoria radiofónica para todos los años futuros. Es mi proposición.