«Doctrinas del corazón«, documental dirigido Delia Cruz y exhibido en el Cine 23 y 12, nos presenta un capítulo glorioso de la historia cubana. Dedicado «a todas las mujeres que luchan por la dignidad humana», refleja la pasión, valentía y entrega a la causa revolucionaria de cinco de las mujeres que integraron el Frente Cívico de Mujeres Martianas.
En el testimonio de cinco de estas mujeres – Rosa Mier, Hideliza Esperón, Xiomara Blanco, Blanca Mesa, María Trasanco – pudimos apreciar cuánta fortaleza distinguieron a muchas de estas mujeres. Sus miradas mostraron una fotografía viva de la época que les tocó vivir, y de la cual emergieron como protagonistas.
Más allá de cualquier afiliación política, las unía el deseo de derrocar al régimen de Batista. Tras aquellos rostros cargados de dulzura y feminismo, sobresalía la valentía y dignidad.
«El propósito fundamental de la cinta es hacer conocer a las nuevas generaciones quiénes fueron las mujeres martianas y su firmeza frente a la dictadura de Fulgencio Batista. También homenajear a Aida Pelayo y al centenario del Apóstol» explicó Delia Cruz al Portal de la Radio Cubana.
Para Belkis Vega, co-guionista del documental, la principal fortaleza del mismo, está en «el rescate de la memoria histórica de uno de los grupos más activos contra la dictadura batistiana. Aún cuando es imposible recoger toda la historia de estas valerosas mujeres en media hora. Si el documental logra conmover y estimular una nueva búsqueda de la vida y quehacer del Frente Cívico de Mujeres Martianas, entonces podemos decir que se cumplió el objetivo de la cinta.»
Con una excelente dramaturgia desde las razones de su inclusión al Frente hasta las crueldades y torturas a las que fueron sometidas a tan temprana edad, «Doctrinas del corazón» logra abarcar una parte de la historia de Cuba poco conocida por muchos cubanos.
La perfecta combinación entre imágenes de archivo, música interpretada por David Álvarez «Libélulas de Amor» y las entrevistas de las cinco mujeres, dio muestra de la madurez artística de su directora y del staff de realización del cortometraje.
Un momento emotivo de la cinta fueron las palabras de Xiomara Blanco, quién presa de lágrimas, culminó su intervención con esta profunda afirmación: » Nos robaron la juventud y la alegría de ser joven, pero valió la pena.