Los amigos que se quedan, la familia, y un centro de trabajo mágico, eran un freno que me hacían repensarlo varias veces, y una gran razón profesional me impulsaba: es la capital de la locución cubana.
Yo, amante de los artistas que estremecen almas con la calidad de su voz, su casi perfecta dicción y nivel de improvisar ante cualquier situación que se presente, imaginé que estaría más cerca del talento de profesionales de la palabra, residentes en este central territorio y valorados entre los mejores de Cuba.
Luego, transitando en la ciudad de los portales, me percaté que no era necesario trabajar en la radio para “hablar bonito”, como se dice comúnmente, sino que en la cola para el pan, en una guagua, un parque, o el lugar menos pensado, encontrabas un timbre que te hacía dirigir la atención y cuestionarte: ¿será locutor?
Ángel Lorenzo Broche, director de programas de Radio Surco, me dio su percepción, acerca de esta fascinante realidad.
Déborah Chinea y José Ramón Cedeño son los locutores titulares de uno de los programas de más audiencia en esta provincia: A ritmo del almanaque. Experiencia y juventud que se unen, para mantener el legado.
- Identificación de la planta Radio Surco, desde Ciego de Ávila, Capital de la Locución de Cuba
Él es, Alberto Octavio Pardo Companioni, la voz que identifica esta planta radial y fundador de varios programas estelares. No tuve la dicha de compartir micrófonos conél, ni al menos verlo haciendo arte detrás de uno de ellos; pero a su hijo Joaquín Pardo, lo he podido degustar en la narración deportiva, como locutor titular de los noticieros estelares, y hasta amenizando un programa de variedades. Para mí es, sin dudas, la voz más multifacética de la radio avileña.
Para los profesionales de la palabra de ayer, de hoy, y espero que para los de mañana y siempre, se decidió acometer en la ciudad de Ciego de Ávila una obra que los honrara, la cual fue denominada Alameda de la Locución.
Allí se depositaron las cenizas de Fernando Ezequiel Alcorta Castellanos, quien por muchos años se dedicó a esa labor y pidió como última voluntad que sus restos se esparcieran en esa parte de su tierra natal.
Allí vive hoy la voluntad y esperanzas de un pueblo y sus profesionales de la Radio y la Televisión, de mantener a través de los años, la honorable categoría de ser la Capital de la Locución Cubana.