Detrás de la música: La Radio y la difusión musical (+Audio y Video)

Empleando elementos básicos de la radio, el interés eterno de los criollos por el baile y un grupo muy simpático y juvenil de animadores, el programa llegó a convertirse en el centro de la música en el país y el que se adueñó de la promoción. Después llegó el videoclip, pero antes llegó ese espacio.

Por eso entre la pareja de Rosendo y Caruca y la fuerza explosiva de Oscar De León, cuando el venezolano nos visitó tuvo asegurada su hoy muy importante y necesaria promoción.

Por todo esto me parece muy bonito que la televisión le de a la radio el reconocimiento que merece, con programas que pretendan mostrar esa huella, supongo con el estilo personal que el medio mostró. Por lo menos creo que sería lo lógico.

Pero hace muy poco vi en la televisión un espacio con un título que no deja lugar a las dudas, con la pretensión de imbricar el audio en el mundo del video. Pero lo expuesto deja un evidente mal sabor, pues vi dos muestras hechas completamente para el medio visual.

Primero presentaron a Lourdes Torres en un video hecho para un clásico concierto en televisión, con toda la carga técnica que ese medio posee; nada de una fórmula radial.

Pero lo peor fue que el tema escogido dudo que Lourdes, amiga y vecina por muchos años, lo haya grabado jamás y en mi largo período difusor nunca se lo escuché. La cantante dejó temas propios y ajenos para el recuerdo perenne, pero ese nananina.

De todas formas me place contarles que la canción es Encadenados, el tema del mexicano Carlos Arturo Briz, que una vez tuve el placer de escucharle a su propio hijo en la localidad mexicana de Morelia, y por su intermedio conocer que fue dedicada a lo que entre los aztecas llaman “segundo frente” y aquí una querida. El hijo de Briz me contaba algo muy usual allí, que mantuvo excelentes relaciones con ella y sentía un gran placer por los hermanos que ella le había proporcionado. Cosas muy humanas.

Encadenados es un tema que llenó de gloria la carrera de El Rey del Bolero, el chileno Lucho Gatica, y la radio se encargó del resto. Honor a quien honor merece.

El segundo tema que vi y el que ya motivó estas líneas, fue otra indudable muestra de un trabajo exclusivo para la televisión… con cámaras, igual que con Lourdes Torres.

Era la italiana Mina, cantante que en la década del 60 estuvo a pupilo en nuestros medios radiales con títulos inolvidables. Aunque no me gustó lo que hizo, es satisfactorio saber su interés por el bolero y nuestro Oswaldo Farrés.

En realidad me pareció mucho mejor el trabajo del grupo acompañante que el intento de la italiana. Pero ante ella me quito el sombrero… y la gorra… cuando ella nos dice el gran tema de sus días de gloria… Y si mañana…

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