Hasta luego, verano

Niñas y niños, adolescentes y jóvenes, se alistan para el nuevo curso que comienza el 4 de septiembre. Aulas, maestros y material escolar están plenamente garantizados para el encuentro con el saber que pronto iniciaremos.

Los dos meses y un poquito más, acabados de transcurrir, fueron de gratas emociones para todos. Los menos jóvenes también hallaron el solaz necesario y merecido aunque, a decir verdad, los quehaceres del hogar nunca salen de vacaciones: siempre hay algo que hacer tratándose de pendientes, sin descontar la cotidianidad.

La Radio y la TV cubanas también hacen del verano un paréntesis especial. Salen al aire nuevas propuestas y se reponen otras de veranos anteriores que el público reclama.

En nuestros medios se elabora una programación donde sus creadores trabajan en función de los gustos de sus receptores. Se trabaja las 24 horas del día con espacios que satisfacen deseos que van desde los párvulos hasta el adulto mayor, porque ningún grupo poblacional deja de incluirse.

El 2017 muestra resultados alentadores en el diseño de la programación radial y televisiva cubana. Radioemisoras provinciales y de alcance nacional incorporaron nuevos espacios, muchos más dinámicos y participativos, que se combinan con los habituales -muchos de ellos temporizados con la etapa- todo con el fin de dar lo mejor.

Varios de los nuevos espacios recesarán hasta la próxima etapa veraniega; otros se quedan y algunos puede que volvamos a disfrutarlos en ese otro paréntesis que nos llega con la celebraciones por fin de año y el advenimiento de un nuevo aniversario del triunfo de la Revolución.

Entre las tantas opciones, la programación deportiva sigue ocupando su sitio especial en nuestros dos medios de difusión por excelencia. Radio Progreso nos ha entregado una nueva edición de Radio Cine, una excelente propuesta para personas débiles visuales que el público en general disfruta y que el año anterior le valió dos premios en el Festival Caracol.

La TV cubana trajo novedades, entre ellas la serie Zoológico y la telenovela En tiempos de amar, que han atrapado al público por su factura atractiva y un manejo excelente de los contenidos.

A ello se suman propuestas televisuales como Sonando en Cuba, En Familia y La Colmenita TV, este último donde nuestras niñas y niños compiten y demuestran sus dotes como artistas del mañana. Es un espacio en el que el buen gusto, esparcimiento sano y virtud se dan la mano.

La segunda edición de Sonando en Cuba nos brinda la posibilidad de apreciar los muchos valores de nuestra música con que contamos a lo largo y ancho del país, y cómo sigue siendo la preferida de todos los públicos.

El verano en la mayor de las Antillas adquiere una connotación muy especial, es popular y festivo. Estos meses que coinciden con las vacaciones de los estudiantes son bienvenidos como a un familiar que nos visita, y hasta con esa emoción por el juguete nuevo que caracteriza a los más pequeños.

No es para menos porque se trata de la época en que la familia programa sus viajes a la playa, salir a conciertos, trasladarse a otras provincias de paseo o para visitar algún familiar… en fin, realizar proyectos soñados durante la otra parte del año.

En la temporada estival, se cumplen muchos sueños y, para hacerlo a plenitud, nuestro país redobla esfuerzos, lo cual se comprueba con los incrementos en las opciones turísticas y un considerable número de ofertas especiales; la logística para que en nuestras soleadas playas abunden opciones gastronómicas, tanto del sector estatal como del cuentapropismo; incremento de la transportación hacia centros turísticos de gran demanda; visitas a museos; conciertos y giras de artistas nacionales a teatros y plazas de todo el país; actuación de payasos y grupos infantiles; celebración de carnavales; bailables; festivales de lectura y toda una posibilidad tan amplia y difícil de resumir en pocos renglones.

Concluye el verano, no así el calor porque Cuba es, en verdad, un verano interminable, a excepción de algún que otro frente frío aparecido esporádicamente en los dos o tres primeros meses del año.

Con este paréntesis del calendario, «cargamos las pilas» y estamos listos para otro correr de días, semanas y meses con la alegría de las escuelas, la imposición de pañoletas a los nuevos pioneros y la ocasión de ir pensando en la próxima cita estival.

Ha sido un periodo que en buena parte, materializó las espectativas previstas. Mucho calor sí, agotador en extremo, al tiempo que siendo así propicia un mayor disfrute de todo cuanto de refrescante pueda diseñarse para el bienestar de niños, jóvenes y adultos.

A la espera del próximo encuentro vale exclamar con gratitud… ¡hasta luego, verano!

 

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