La voz de nuestra radio en tiempos de Covid-19 (+Audio)

Cuando la Covid19 extendió su amenaza e incidió sobre una de sus plantas radiales, Baracoa (La Voz del Toa), se multiplicaron las ideas para mantener la programación enlazada a la provincial, CMKS, mientras sus periodistas locales resumían desde las redes sociales los desvelos del personal de salud en los centros de aislamiento, la vigilancia sanitaria en los consejos populares, la disciplina y apoyo de la población.

La solidaridad una vez más contó su historia y recordamos la del operador de sonidos de CMKS, Rolando Creahg, quien subió “La Farola” para encargarse de las transmisiones en “La Voz del Toa”, primero durante 4 horas hasta llegar a 16 con las tres revistas radiales de la emisora guantanamera.

Pocos técnicos trabajamos en ese período difícil y nos preocupábamos por el estado de salud de los trabajadores que se mantenían en los centros de aislamiento, algunos de ellos también aportaban desde allí sus historias porque son personas laboriosas y responsables además de esforzarse al máximo por llevar a la audiencia los mejores productos comunicativos.”

Las emisoras de Maisí, Imías y Caimanera se sumaban al quehacer informativo con transmisiones que incrementaban las comparecencias del Consejo de Defensa, sicólogos, especialistas de salud y otros funcionarios para mantener actualizada a la población en torno a la situación epidemiológica, la necesidad de elevar producciones alimentarias en cada territorio y una mayor percepción de riesgo que contrarrestara la propagación del nuevo coronavirus. 

Desde San Antonio del Sur, la cabina comunitaria aumentaba su labor en pos del autocuidado e información de su gente, un servicio posible gracias a la corresponsal de esa localidad y sus autoridades. 

Durante la primera fase de la Covid 19 en la más oriental de las provincias cubanas, trabajar entre miedos e incertidumbre tuvo alicientes con la gestión eficaz del personal administrativo que aseguró los recursos de desinfección de cada planta radial, medios de transporte, alimentos y otras necesidades para los equipos que laboraban por quince días consecutivos teniendo en cuenta las medidas preventivas.

Mabel Pozo Ramírez, directora del Sistema Provincial de Radio de Guantánamo, recuerda las tensiones de una etapa en la que no bastaban las horas para servir al pueblo con la información y mensajes de protección.

Fueron días y meses arduos. Lo primero era colaborar con la prudencia y conocimiento social acerca de la pandemia y sus peligros, contribuir a la conciencia de las familias desde una radio cercana, amiga. Apelamos a la creatividad de nuestros colectivos, su sensibilidad y buscamos las alternativas para asegurar su salud y respaldo salarial. Cada día era una batalla por la vida pero siempre tuvimos el apoyo incondicional de los trabajadores de todo el sistema y ello propició el éxito de tanto esfuerzo común.”    

Las iniciativas crecieron en el contexto de la pandemia y entre ellas figura la de una extrabajadora de Radio Playitas (Imías), Yamilé Matos Hinojosa, quien desde Italia nos sorprendió con sus colaboraciones acerca de las vivencias de la Brigada Henry Reeve en esa nación. Aún esta cubana participa en nuestra programación, sobre todo en las redes sociales.

Destaca el compromiso y valores de periodistas que reportaban la realidad en los 24 centros de aislamiento de la provincia y salas de cuidados a pacientes con Covid19, asimismo los que tributaban a servicios de la radio en Cuba como el noticiero nacional y la revista Sí por Cuba. Al respecto, dialogamos con Yliana Rodríguez Acosta, Dianelvis Delfino y Julio Antonio Terrero Roger.

Las circunstancias que vivimos nos motivaron a trabajar más, a acompañar los gestos de altruismo de tantas personas en la provincia y el país que no podían quedarse en sus casas porque su quehacer era sumamente importante ya fuera en el enfrentamiento a la Covid19 o en servicios vitales de la medicina. Me refiero al personal de salud, al de limpieza, los choferes, a las cuidadoras de casas de niños sin amparo familiar, los miembros del Consejo de Defensa que a diario seguían de cerca la situación epidemiológica, ellos buscaban soluciones a diversos problemas, insistían en la responsabilidad ciudadana. No podíamos detener la marcha periodística, teníamos que contar esas historias y no ceder a los temores.  

Las nuevas rutinas guiaron hacia el teletrabajo en pos del aislamiento social y empoderaron a WhatsApp como aplicación idónea para compartir los reportes periodísticos y reunirse virtualmente desde grupos creados con ese fin. Mientras, las páginas y perfiles en Facebook permitieron la socialización de historias e instantáneas del confinamiento, iniciativas familiares de autocuidado, producciones alimentarias, vivencias solidarias y otras experiencias que prosiguen en la actualidad.

No obstante, para los radialistas, lo más significativo del trabajo en tiempos pandémicos fue la implicación de la audiencia que se tornó protagonista.


  • Los oyentes opinan sobre el quehacer de la Radio en tiempos de pandemia

A la audiencia que encuentra placer en escucharnos el agradecimiento de todo el sistema radial de Guantánamo, somos su radio cuando acechan huracanes, temporadas sismológicas junto a la pandemia. Trabajar para ese pueblo es nuestro gesto de amor y solidaridad con fórmulas de autocuidado, una realidad que invita a evocar las palabras de Ban Ki Mon, exsecretario de Naciones Unidas cuando expresara:

la Radio puede ser un salvavidas en tiempos de crisis y emergencia. En sociedades devastadas, azotadas por la catástrofe o que necesitan noticias desesperadamente, la gente encuentra en la radio la información que salva vidas.”

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