Cumbre MNOAL: La razón del silencio

Nada más y nada menos que la voluntad de solucionar los grandes desafíos de la humanidad de forma ética, inteligente y responsable de sus estados miembros, con la premisa de accionar como un bloque unido en defensa de los derechos humanos y de la imposición de patrones hegemónicos.

El Movimiento de Países no Alineados, se ha convertido en las «verdaderas Naciones Unidas», como algunos le llaman, porque es más democráticamente representativo de los intereses del mundo, que el propio autoproclamado Consejo de Seguridad y sus aliados de élite.

Actualmente el MNOAL representa casi dos tercios de los miembros de Naciones Unidas y contienen el 55% de la población mundial, lo que demuestra la diversidad de criterios que existe dentro del bloque, lo que no significa irrespeto a los intereses u opiniones de unos y otros.

Para ellos fue mejor «callar» a tener que «tergiversar» la información que generó la Cumbre. Las pocas noticias que publicaron fueron para desacreditar un movimiento que a más de cincuenta años de su origen a raíz de la Guerra Fría, encuentra nuevas razones de lucha contra el grotesco renacimiento de conflictos bélicos, agresiones, golpes de estado, e, irónicamente, a una amenaza de guerra nuclear. Exactamente las mismas causas de malevolencia que llevaron a la creación del MNOAL en 1961.

Dentro de la cumbre uno de los discursos más impresionantes por sus argumentos y valentía, pero, sobre todo, por el parecido a las ideas progresistas y visión futurista del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, fue el de Ayatolá Seiied Alí Jameneí, Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán cuando expresó: «Hago hincapié en que la República Islámica nunca ha estado detrás de las armas nucleares y que nunca va a renunciar al derecho de su pueblo a utilizar la energía nuclear con fines pacíficos. Nuestro lema es: «Energía nuclear para todos y armas nucleares para nadie».

A la Cumbre asistieron 29 jefes de Estado y de gobierno, 80 cancilleres y representantes de los 118 países que integran este bloque internacional, el más grande después de la ONU, lo que es motivo de júbilo en cuanto a la asistencia y la calidad de los documentos aprobados.

Emocionante fueron las alusiones a Cuba en muchos discursos, donde resaltaban a la isla como ejemplo para el mundo en materia de derechos humanos; al tiempo que se analizaba la situación de Siria, como tema internacional más preocupante en estos tiempos.

Esta última edición de la Cumbre del Movimiento de Países no Alineados demostró que su permanencia tiene más relevancia que nunca, convencida que este es su momento para la causa de la paz y la solidaridad mundiales. Esperamos con ansias el próximo evento en Venezuela, un país que ha dado muestras al mundo de su valía; digno de asumir la presidencia en próximos años.

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