Siglo XXI, comunicar la realidad

En este siglo XXI, calificado como el de la economía de los servicios, no sería posible proporcionar estas prestaciones sin la calidad que permitan ser oídas con la atención y la oportunidad que la Radio requiere.

Hoy cuando las comunicaciones nos permiten formarnos la idea de cómo es el mundo circundante, pues nos aportan abundantes detalles, la Radio, según estudios, perfila su permanencia si no rebasa la hora y media un programa y si reduce un buen por ciento del mismo a solo 15 minutos.

En este siglo en el que las ideas tienen un peso importante, y que las mismas nos muestran un mundo diverso, instantáneo, en constante movimiento, la Radio puede ayudar y apoyar, pero, aliada a las causas justas y en beneficio de los pueblos más pobres y discriminados por las potencias económicas.

La necesidad de comunicarnos ha sido un requisito social desde el mismo origen de la humanidad y ella ha permitido compartir, generalizar y potenciar conocimientos no siempre utilizados en bien de la sociedad en su conjunto. Por ello, accionar con discursos comunicativos de estos tiempos exige un mayor dominio de las teorías y técnicas de la comunicación.

La mesura y la madurez permiten que seamos creíbles en el propósito de llevar conocimientos a la población, tenerlos actualizados informativamente y dedicarle tiempo a la recreación, metas que aun tienen fisuras que perfeccionar.

Conocer el uso que se hace del medio nos permite ubicar los productos radiofónicos en horarios y días de la semana más adecuados. Si conocemos que el uso por segmentos de 15 minutos de escucha  es una práctica que se mantiene pues ese hábito lo debemos convertir en fortaleza y estructurar contenidos bajo ese prisma y evaluar sistemáticamente su efectividad.

No siempre hemos podido aprovechar la disposición de nuevas tecnologías en la comunicación para ganar efectividad. La confianza dada por la presencia física de los interlocutores refuerza no solo la comprensión de los mensajes, sino toda clase de interacciones y consensos en el camino de las mediaciones tecnológicas, humanas y culturales que se oponen al esclarecimiento y confianza del discurso radiofónico. El protagonismo de los hacedores fortalece la credibilidad del mensaje y nos exige mayor rigor en la creación, en la planificación temática y en la agilidad del quehacer radial.

Hoy debemos estrechar aun más las relaciones con las academias que imparten disciplinas del saber para interrelacionarnos con la comunidad radiofónica. Mantener planes de colaboración con las instituciones donde se trazan las estrategias de desarrollo y asociaciones que agrupan a los profesionales y atiendes la recalificación y lo acerca a las nuevas tendencias de la comunicación.

Todo lo anterior dispone de un caudal de conocimientos e información que garanticen estrategias de comunicación mucho más acertadas, eficaces y efectivas.

Estudiar los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y los objetivos trazados por su Primera Conferencia, junto al resultado de las investigaciones sociales, más la auto- preparación de cada profesional, nos aporta elementos suficientes para defender una estrategia de relaciones entre el medio y su público.

La diversidad de enfoques desde el punto de vista de la comunicación encuentra abundancia de medios que logran incomunicar, promover distanciamientos, desencuentros y sombras.

Estos medios capitalistas al servicio del poder económico solo logran confundir e imponer agendas informativas, luego asumidas por muchos medios que no reflexionan, analizan y seleccionan la información de las mencionadas agencias agencias y medios que responden y son parte del tan cacareado estado de derechos y libertad de expresión como auténtica democracia al estilo norteamericano.

Autor