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Cuando Los Papines hacen sonar sus tambores, la tierra se estremece de gozo. Nadie como ellos para colmar de musicalidad la percusión. Modelo y reflejo de la música afrocubana, uniendo también sus voces, exaltaron el Guaguancó y la Rumba a una categoría sinfónica antes no vista, conseguido a fuerza de un toque sincrónico, elegante y original. Su repertorio incluyó, además, elocuentes muestras de boleros interpretados con excelencia.
Los Papines son un lujo de la música afrocubana. El cuarteto nació en Marianao y sus fundadores originales fueron los hermanos Alfredo, Jesús María, Luis y Ricardo Abreu Hernández. Lejanos están los días cuando muy jóvenes, con latas y cajones de bacalao incursionaban en el guaguancó y formas de la rumba, boleros y sones. El grupo permanece hoy en sus continuadores, todos miembros de la familia Abreu: Luisito, Alexander, Lázaro, Yuliet y Luis Jr.
Desde su creación en 1962 en La Habana, hace 61 años, proyectaron su arte al mundo entero. Todos los continentes vibraron al ritmo de sus tambores; la cadencia afrocubana se enseñoreó en los auditorios más prestigiosos del orbe.
Un 19 de diciembre, hace noventa años, nació Ricardo Abreu Hernández, fundador y director de Los Papines. Antes había formado parte de las agrupaciones “Conjunto Modelo”, “Estrellas de Chocolate” y el “Conjunto Chapottín”. Desde mediados de los años cincuenta, Ricardo fue uno de los animadores del cabaret «Tropicana» donde se presentaba con sus grupos “Guaguancó Papín” y «Papín y sus Rumberos».
La creación del cuarteto de percusiones “Los Papines” fue para Ricardo el mayor proyecto de su vida. Su iniciativa logró encauzar con éxito un conjunto sui generis que combinó voces y percusiones de manera magistral.
La historia de la música afrocubana y afrocaribeña sería imposible de escribir sin hacer referencia a la impronta de “Los Papines” y la presencia de su director fundador Ricardo Abreu, todo un creador dentro del género. Más allá del género afrocubano, representan un punto de inflexión dentro de las nuevas variantes de la música caribeña, al influenciar en armonías derivadas de la cubana, como en el caso de la Salsa.
Fueron tan geniales que se les aplaudió en todos los confines. Por su grandeza compartieron escenario con gigantes de la talla de Benny Moré, Ray Barreto, Mongo Santamaría. Roberto Roena y Tito Puente, por mencionar solo unos pocos.
Con su estilo personal Ricardo, al frente del grupo, hizo de las percusiones verdaderos pinceles, para con ellos trazar la policromía musical afrocubana en toda la riqueza de su folclor. Desde Cuba y para el mundo se hicieron sonar los cueros con pasión novedosa y a la vez renovadora.
Ricardo Abreu Hernández, el Papín mayor, dejó de existir el 19 de mayo de 2008. Entre otras distinciones, recibió en vida la “Medalla Alejo Carpentier” y la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de los Trabajadores de la Cultura.
La Radio Cubana lo recuerda con la admiración y el respeto que merece. Sus creaciones al frente de Los Papines también vibran en nuestras ondas. Lo mismo que las formas que a partir de su impronta continúan surgiendo.
Imposible olvidarlo; aún más, necesario recordarlo. Al hacerlo reconocemos la virtud del músico que lideró a Los Papines, institución que imprimió ritmo, armonía, placer estético y pertenencia a lo cubano; que lo hizo con una dosis de sabia espontaneidad, esa que solo corresponde a los más auténticos y geniales creadores.
