por Por ejemplo, los obreros de Italia realizaron esta jornada marchas, concentraciones y mítines para revertir los índices de desempleo y la pobreza, que afectan principalmente a los jóvenes de ese país, considerado entre las siete potencias más desarrolladas del planeta.
Los españoles desafiaron este domingo las lluvias para abogar por «empleos estables, salarios justos, pensiones dignas, más protección social y derogar las reformas laborales».
Un dirigente obrero español definió este Primero de Mayo como el de la «exigencia de depuración de responsabilidades a los corruptos de este país».
Pepe Álvarez, líder de la Unión General de Trabajadores (UGT), aseveró que «no se puede soportar esta pornografía de mensajes, es una indecencia».
La clase obrera española pide la derogación de las dos últimas reformas laborales aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, empleo de calidad, que se renueve el Pacto de Toledo, y que suben los salarios para que no sigan perdiendo poder adquisitivo.
Mientras, en Rusia cientos de miles de personas participaron en las celebraciones por el Primero de Mayo, principalmente en Moscú, donde los actos y manifestaciones involucraron tanto a los obreros como a las organizaciones políticas, entre ellas el Partido Comunista de ese país euroasiático.
Durante su alocución, el presidente de Bolivia Evo Morales anunció un incremento de 7 por ciento al salario básico y del 10,8 por ciento al salario mínimo nacional.
El mandatario resaltó este lunes que ahora su país es un Estado que no es sumiso al imperio, en el marco de la celebración del día del trabajador.
«El sistema imperialista nunca va a querer una competencia, si alguien se levanta hay que imponerlos, someterlos, gracias a la lucha del pueblo boliviano tenemos un Estado que no es sumiso al imperio, nos hemos dignificado», destacó.
Morales promulgó dos decretos supremos que establecen un incremento salarial para este año de 10,8 por ciento al mínimo nacional y 7 por ciento al haber básico de los trabajadores, que beneficia también a los servidores públicos.
Bajo la consigna es Tiempo de Concretar, la Central Única de Trabajadores PIT-CNT, de Uruguay, convocó a un acto central en la Plaza Mártires de Chicago, de Montevideo, para exigir el respeto a los derechos humanos, la defensa de la negociación colectiva, la educación y el Sistema Nacional Integrado de Salud.
En Argentina, por su parte, el presidente Mauricio Macri encabezó un acto en el estadio Ferro, de Buenos Aires, mientras las dos centrales del país, CTA Y CTA Autónoma, protagonizaron una manifestación que tuvo su punto más alto frente al Congreso, en la Escuela Pública Itinerante, donde los maestros argentinos hoy dan la pelea por un aumento salarial.
Con un paro general, sindicatos y partidos opositores de Puerto Rico protestaron en esta jornada en contra de las políticas económicas del Gobierno y de la unidad de control federal impuesta por Estados Unidos, ante la millonaria deuda de la isla.
En una acción que es apoyada por gran parte de la sociedad puertorriqueña, a excepción del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP), se mostró el rechazo a unas medidas que buscan disminuir la capacidad de los servicios básicos.
Desde Yakarta, capital de Indonesia, se conoció que cerca de 40 mil personas se reunieron el Palacio Presidencial vociferando «Vivan los trabajadores».
Los manifestantes protestaron los bajos salarios, la insuficiencia de la seguridad sanitaria y el trabajo contratado, además de las políticas gubernamentales.
Mientras, en la capital camboyana, Nom Pen, los trabajadores del sector de las confecciones marcharon hacia el Parlamento y pidieron el mejoramiento de las condiciones laborales.
En Corea del Sur, el Primero de Mayo se aprovechó para exigir mejoras condiciones laborales, y en Manila, capital de Filipinas, los defensores de los derechos de los trabajadores cerraron las calles con pancartas y lanzaron eslóganes.