Yo sabía la descarga que me esperaba, la energía, cuando me fui a El Caney. La conozco hace mucho, la quiero. Encontrarse con la profesora y ensayista Daysi América Cué Fernández (Chaparra, 1942), es un lujazo. Autora de numerosos textos, incluido el premiado Plácido, el poeta conspirador (Editorial Oriente, 2007) ha estado vinculada a la Universidad de Oriente, las bibliotecas, la Uneac, la cultura toda. Y su lucidez, permanece intacta.Nos vamos al patio de su casa, para intentar aislar un poco el ruido que nos viene de la calle; pero la vida suena, siempre suena. Esa es justa la magia, justo el reto. Un gallo canta persistentemente, un vecino repara algo… Tendré que hacer magia en la edición, pero no desistimos. La entrevista es la vía para compartir esas luces y nada podrá quitárnosla.
No se va a una entrevista a sostener la grabadora, siempre se va a aprender:
“Como de cualquier otra época de la vida, recuerdo buenos y malos momentos en la Universidad: yo prefiero recordar los buenos. Tuve una relación muy bonita con los estudiantes, durante los más de veinte o treinta años que estuve vinculada, y eso no se me olvida. Me resulta muy gratificante cuando me encuentro alguien en la calle que me dice: ¿profesora, usted se acuerda de mí?”, apunta antes de tomar una pausa.
Nos ayuda de muchas maneras su nieta, Julietta Casanella Pelier.
“Le debo mucho a la Universidad en mi formación. Tuve la dicha de tener a grandes profesores: Adolfina Cossío, Ricardo Repilado, Ercilia Estrada… y mucho de lo que he escrito se lo debo a la huella que dejaron en mí, a la formación que me dieron”.
Cuando uno oye a una maestra hablar con devoción de sus maestros, empieza a comprender mejor la vida.
“La cultura es el espíritu, es el alma de la nación. Fidel decía que lo primero que había que salvar era la cultura, Martí no tenía el mismo criterio: todo al fuego por la patria, decía él… no creo que en realidad se contradigan, porque Martí no hubiera echado al fuego toda la cultura, estoy segura. La cultura es un elemento básico de la nación cubana que puede ayudar enormemente al alivio espiritual de los problemas que nos rodean, que hoy son bastante duros”.
Lo escrito es siempre una aproximación; pero nada como el diálogo en su propia voz, con sus tones, sus colores, sus pausas…
- ESCUCHA la propuesta sonora: Entrevista / Daysi Cué, 80 años: lucidez, creación y excelencia