por Al referirse a la situación en la capital, donde se encuentran abiertos ocho eventos de transmisión local y 146 focos activos distribuidos en sus 15 municipios, ofreció una evaluación el Gobernador Reinaldo García Zapata acerca de la implementación a partir de este primero de septiembre de rigurosas y necesarias medidas de restricción, las cuales deberán impactar positivamente en el complejo escenario epidemiológico de la provincia.
El Gobernador explicó que “en el caso de la venta en las tiendas ha fluido bien la aplicación de un sistema informático para el control de que compren las personas que son de ese municipio; aunque se constatan algunas demoras en la entrega de las tarjetas a las personas que viven en determinado municipio y no tienen en él su dirección oficial, situación que será resuelta en el menor tiempo posible”.
García Zapata subrayó que “en cuanto al enfrentamiento a las indisciplinas, hasta las 12 del día de este martes se habían aplicado en La Habana 154 multas, de ellas las más significativas correspondieron 11 a choferes de vehículos estatales sin el autorizo pertinente para circular por la vía, esas son multas de 3 mil pesos; por no uso o uso incorrecto del nasobuco se han aplicado 108 multas; por consumir bebidas alcohólicas en lugares públicos se han multado a 17 personas y por hacer estancia en espacios públicos no autorizados a 19 personas”.
El Gobernador de La Habana consideró que “corresponde ahora lograr el rigor en cada una de las medidas que se han indicado, el pueblo se ha informado bien, las autoridades saben cómo hacer las cosas; ahora nos corresponde hacerlas bien y actuar en consecuencia con las medidas y todo lo que se ha hecho en función de lograr el distanciamiento social”.
Durante el análisis de la situación de la epidemia en la capital del país, el Viceprimer Ministro Alejandro Gil Fernández insistió en la necesidad de que se exija con rigor el cumplimiento por parte de la población de todas las medidas establecidas.
“Hay que lograr que el rigor en que lo que está aprobado se aplique y se combatan todas las indisciplinas que existan, para dar realmente un impacto a todo lo que se ha venido trabajando para el control de la epidemia en la capital”, acentuó Gil Fernández.
En esta sesión del Grupo Temporal de Trabajo para la prevención y control de la COVID-19 también intervino a través de videoconferencia el Gobernador de Pinar del Río Rubén Ramos Moreno.
En la más occidental de las provincias cubanas, donde está abierto un evento de transmisión local en el municipio de La Palma y se habían reportado hasta este martes, 28 casos confirmados en los últimos 15 días, se mantienen las medidas de control y vigilancia epidemiológica para evitar la propagación de la epidemia.
Durante el encuentro ofrecieron información, además, las autoridades de la provincia de Mayabeque y el municipio especial Isla de la Juventud, lugares donde este martes se reinició el curso escolar con normalidad.
El territorio mayabequense no confirma casos autóctonos de la COVID-19 desde el pasado 19 de agosto; mientras los pineros no han reportado contagios de la enfermedad desde hace 121 días.
En medio de un nuevo brote de la epidemia que disparó las cifras de pacientes e ingresados durante el mes de agosto, la Mayor de las Antillas ocupa el lugar 21 en la región de las Américas y el 112 en el mundo, reportando hasta este martes 4 mil 065 casos confirmados.
Según precisó en su intervención el Ministro de Salud Pública José Angel Portal Miranda, las estadísticas internacionales son alarmantes: más de 25 millones de personas contagiadas y más de 840 mil fallecidos.
En este panorama, Cuba sigue batallando por cortar el paso a la epidemia, principalmente en La Habana, que presenta la realidad más compleja, donde este primero de septiembre comenzaron a aplicarse medidas restrictivas durante 15 días, con el objetivo de contener el rebrote de la COVID-19.
El Grupo Temporal de Trabajo que encabeza el Presidente cubano ha dejado claro los cinco elementos básicos para seguir combatiendo la pandemia: menos movilidad; más aislamiento social; más severidad en el tratamiento a los focos y los eventos de transmisión local; más rapidez en el proceso de aislar a los sospechosos, a los contactos y también a los contactos de los contactos; y revisar los protocolos de tratamiento para reducir los días de positividad en un grupo de pacientes hospitalizados con la COVID-19.
Estos son elementos imprescindibles para enfrentar el nuevo escenario epidemiológico; pero la clave para vencer el combate frente al nuevo coronavirus está, ante todo, en nuestro comportamiento responsable.