Abrazo de dos inmortales en Camagüey

Con vítores de ¡Yo soy Fidel! y #HastaSiempre Comandante, las personas congregadas en el conjunto monumentario rendirán tributo póstumo a Fidel y también le reafirmarán que esta Revolución sigue de pie, luchando, resistiendo y venciendo, con su máximo líder convertido en millones de patriotas que le juran ser fieles a su legado.

La urna de cedro estará hasta el amanecer en la capital agramontina. El pueblo unido vuelve a acompañarle y a la vez cantarle esa bellísima canción titulada El Mayor, compuesta por el trovador Silvio Rodríguez.

Los agramontinos recuerdan con especial devoción aquella apoteósica jornada vivida el 4 de enero de 1959, cuando la Caravana de la Libertad pasó por esa extensa región cubana. Allí Fidel habló a las masas desde un balcón en la Plaza de la Caridad. A su derecha se encontraban Celia Sánchez y Juan Almeida.

Hoy, la ciudad de Camagüey lo acoge con lágrimas, sin aliento, pero con el orgullo de seguir libre 58 años después de aquel discurso. «Nuestras libertades no se perdieron, ni se perderán jamás», fueron palabras de Fidel que aún los hijos de Ignacio Agramonte le agradecen.

 

 

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