Asiste Raúl a ceremonia de firma de acuerdo de paz colombiana

Ataviados con vestimentas blancas, la Plaza de Armas del Centro de Convenciones Jiménez de Quesada, de Cartagena, resultó pequeña para los más de dos mil 500 invitados que se congregaron para ser testigos de la firma del Acuerdo Final entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.

Al acto en la capital del caribeño departamento de Bolívar asisten 16 jefes de Estado, entre ellos el venezolano Nicolás Maduro;Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador; Rafael Correa, de Ecuador; Enrique Peña Nieto, de México; la chilena Michelle Bachelet; el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y decenas de ministros de Relaciones Exteriores, expresidentes, así como directores y presidentes de organismos internacionales.

Desde su posición como garante en este histórico proceso, cuyos primeros pasos se dieron casi cuatro años atrás en La Habana, Cuba ha contribuido al mismo, convencida de la importancia de lograr una paz definitiva en la hermana nación de Colombia, y tributar así al compromiso de nuestra región de erigirse como Zona de Paz.

La ceremonia de firma se realiza tras el cese el fuego bilateral convenido previamente por el Ejecutivo y el mayor movimiento guerrillero de Colombia.

Las conversaciones oficiales en La Habana permitieron alcanzar posiciones comunes en los temas de reforma rural integral, participación política, combate contra el tráfico de drogas ilícitas, víctimas -incluye un acápite sobre justicia transicional-, cese bilateral del fuego; implementación, verificación y refrendación del acuerdo.

A la firma de hoy le seguirá un plebiscito previsto para el dos de octubre próximo, momento en el que los ciudadanos de esa nación podrán validar o rechazar lo pactado en la capital cubana, paso previo y obligatorio para la aplicación del conjunto de convenios.

La guerra ha ocasionado la muerte a unos 300 mil colombianos, mientras casi siete millones permanecen desplazados de sus lugares de origen y al menos 45 mil están desaparecidos.

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