Cuba insiste en defender la unidad de América Latina y el Caribe

En este sentido refirió que, además del Foro, deben potenciarse los mecanismos integradores creados en las últimas décadas como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), entre otros.

Por otra parte, advirtió que este es un momento muy complejo, donde se está ante la presencia de toda una plataforma de restauración capitalista y neoliberal, que lamentablemente ha ganado algunos espacios.

De ahí, explicó, que el triunfo de la Revolución sandinista, de Daniel Ortega como presidente, tiene una connotación que sobrepasa las fronteras de la nación centroamericana.

«Esa victoria, puntualizó, es también un triunfo de América Latina y el Caribe, una expresión de todo lo que se puede hacer cuando se trabaja con unidad, que consolida la integración y la paz en la región».

Asimismo, el primer vicepresidente cubano sostuvo que su país le concede una alta importancia a la reunión que realizará hoy en Managua el grupo de trabajo del Foro de Sao Paulo, de cuyos representantes recibió el documento «Consenso de Nuestra América».

Ese texto es considerado un instrumento para la defensa de los gobiernos progresistas frente a las campañas desestabilizadoras del imperialismo, en complicidad con las oligarquías nacionales.

A su vez, subrayó que es en reuniones como la citada donde converge Fidel Castro, quien siempre -recordó- le dio mucha importancia al Foro de Sao Paulo, al verlo como un espacio político de fuerza en América Latina y el Caribe.

«Que estemos aquí hoy, enfatizó Díaz-Canel, es también una manera de patentizar la continuidad de Fidel, presente en la misma medida en que el Foro, todas nuestras fuerzas, nuestros partidos y movimientos sociales seamos capaces de seguir unidos y enfrentar toda esa propaganda y maquinación imperialista que ataca a la región».

Por otra parte, resaltó el hecho que el consenso logrado se dedicará al ejemplo de unidad e internacionalismo que representó Fidel.

Igualmente reconoció que ese mecanismo regional de concertación política se ha ganado un espacio indiscutible en la historia de las fuerzas de izquierda en Latinoamérica y el Caribe.

«No podemos negar que en las dos últimas décadas todo un grupo de movimientos revolucionarios, progresistas, con una amplia representación social, fueron cambiando el panorama latinoamericano», expresó.

En su opinión, esa realidad demostró que se podía avanzar con una plataforma emancipadora, con más bienestar para los pueblos y en defensa de la soberanía e independencia. No obstante, advirtió que el imperialismo no se quedó quieto y le molestaron esos avances, por lo que fue socavando y trabajando con plataformas muy subversivas y perversas.

Al respecto ejemplificó los ataques constantes y de toda índole que sufren los procesos revolucionarios y progresistas de naciones como Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, El Salvador y Nicaragua, entre otros.

 

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