En una intervención inicial, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, habló de los retos que tenemos por delante, que incluyen el aporte de los actores de las formas de gestión no estatales.
Se refirió a que el gobierno al igual que ratifica el papel de la Empresa Estatal Socialista, igualmente confirma la importancia y confianza en otras formas de gestión no estatal. Más allá de formas de propiedad, dijo, lo más importante es tener claridad es que todos tenemos la responsabilidad de construir una sociedad socialista, próspera y sostenible.
El escenario en que se desarrolla hoy la labor de las formas de gestión no estatales, las medidas adoptadas para viabilizar la labor de este sector, y las perspectivas más inmediatas para potenciar su aporte económico y social, fueron asuntos expuestos por el vice primer Ministro, Alejandro Gil Fernández.
El país ha dotado al trabajo por cuenta propia de nuevas facultades para avanzar, que permitan la exportación e importación de insumos y producciones, una más favorable política de bonificación y el estímulo a proyectos locales para responder a las demandas no satisfechas de la población, entre otros beneficios.
Más de 615 mil 400 trabajadores laboran en formas de gestión no estatales y 396 son las coooperativas de producción no agropecuarias, con la certeza de que la economía cubana es una sola y que aportar al incremento de nuevas ofertas, crear fuentes de empleo y potenciar ideas y aportes a los proyectos locales, resultan fundamentales.
En medio del impacto de la COVID-19, y las medidas de bloqueo de Estados Unidos contra nuestro país se han mantenido los niveles de ocupación laboral en Cuba, situación que contrasta con la del resto del mundo.
Gil Fernández se refirió a la micro, pequeña y mediana empresa, como un concepto estratégico, un complemento en el modelo económico y social del país, cuyo punto de partida es que opere en el sector estatal y no estatal, un camino en el que se avanzará de manera gradual, una vez que sean aprobadas, siempre hacia adelante y sin retroceso.
El mandatario cubano habló de la necesidad también de avanzar en avanzar en la micro, pequeña y mediana empresa una vez que se apruebe este proceso, e igualmente de que el sector estatal sea más emprendedor y aproveche todas las oportunidades en su vínculo con otros actores de las formas de gestión no estatales, siempre en el marco del cumplimiento de la legalidad.
Asimismo el presidente se refirió a los aportes del sector no estatal en tiempos de COVID-19, que calificó como muy significativos, con ejemplos concretos para enfrentar esta batalla.
Voces de trabajadores por cuenta propia y directivos de empresas se escucharon durante el amplio intercambio de más de dos horas, donde se hablaron de preocupaciones, algunas traban que frenan el trabajo, también de aprendizajes y alianzas entre nuestro sector estatal y el no estatal, teniendo siempre muy claro la importancia del contrato en las relaciones contractuales.
En las palabras finales durante el encuentro con directivos de empresas y actores de formas de gestión no estatales, Miguel Díaz-Canel Bermúdez insistió en el concepto de responsabilidad social con proyección en el desarrollo local y sus particularidades.
Para lograr innovación y desarrollo local lo primero que tenemos que lograr es saber cuál es el mapa de actores que tiene fuerza en cada territorio para actuar en función de cada localidad y cada municipio, aseguró.
Se refirió a la necesidad de establecer siempre las reglas del juego y estas son los marcos jurídicos y regulatorios adecuados para poder trabajar con confianza.
Ha sido un encuentro aportador que ha permitido identificar algunas trabas en las que debemos trabajar en su solución, aunque muchas de ellas están dadas por la férrea política de bloqueo de Estados Unidos contra nuestro país, manifestó el Jefe de Estado.
Y habló de algunos pilares que deben caracterizar las relaciones entre las formas no estatales de producción y el sector estatal. ¨Estamos hablando de complamentariedad, de interrelación, de encadenamiento, de legalidad, todo eso apuntando a la prosperidad y al desarrollo, y en función de resolver la demanda interna insatisfecha de la población, que tiene que ser la fuente para el desarrollo, que estimule la producción y la calidad de los servicios¨, aseveró.
Continuar consolidando las relaciones entre el sector estatal y el no estatal, desde el principio de que en Cuba se trabaja con el concepto de pueblo, para articular esfuerzos, potencialidades y resultados en función de nuestra economía y el desarrollo social, fueron premisas que se ratifican en el país a punto de iniciar este viernes el Octavo Congreso del Partido, que marcará la continuidad de un tema que precisamente fue evaluado durante las citas partidistas Sexta y Séptima.