En toda Cuba sesiones solemnes de las asambleas provinciales del Poder Popular (+Audio)

Las asambleas provinciales surgieron como parte del proceso de institucionalización del país, que culminó al constituirse en diciembre de 1976 la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando se transfirieron a esta las funciones constituyentes y legislativas que ejerció el Consejo de Ministros durante 18 años, periodo en el que se produjeron, como señaló Fidel, «las más radicales y profundas transformaciones políticas y sociales en la vida de nuestra Patria».
Una nueva división político-administrativa, que cambiaba la existente desde hacía casi un siglo, daba paso a provincias más pequeñas, a municipios más grandes y a la supresión de las regiones, con lo cual ganaban los municipios, las provincias y la nación. Las experiencias del Poder Popular obtenidas durante dos años en Matanzas tuvieron en el General de Ejército Raúl Castro un inspirador exigente en el cumplimiento de los acuerdos del Primer Congreso del Partido al respecto.
La continuidad revolucionaria plasmada en aquellos cambios, estuvo rodeada de un gran simbolismo patriótico, pues las asambleas provinciales del Poder Popular se constituyeron en 1976 en actos solemnes que tuvieron lugar, simultáneamente, en escenarios muy significativos de nuestra historia, como La Demajagua, Jimaguayú, Mal Tiempo, Girón, Cacahual y Mangos de Roque.
La fecha escogida esa vez fue el 7 de noviembre, día que evocaba el carácter internacionalista y antimperialista de los luchadores cubanos, al rendir tributo también a la primera Revolución de obreros y campesinos del mundo en 1917, conducida por Lenin.
La democracia socialista se profundizaba indeteniblemente en Cuba, en un año en el cual éramos víctima del terrorismo del Gobierno de Estados Unidos; mas fueron también los días heroicos en los que combatientes cubanos luchaban por asegurar la independencia de Angola y desbrozar el camino hacia el fin definitivo del Apartheid en el sur de África.
Si en aquella oportunidad Fidel expresó en La Demajagua, que las provincias no desaparecían, sino que se multiplicaban, podemos parafrasear sus palabras señalando hoy que el Poder Popular en esos territorios no desaparece, sino que se transforma para un mejor desempeño.
«¡Trabajen con entusiasmo! ¡Conságrenles a sus responsabilidades el máximo esfuerzo!», pidió el Comandante en Jefe a los nuevos delegados; precisamente, por haber cumplido esa misión serán homenajeados los que ahora finalizan, y los que continuarán como integrantes de los nuevos Gobiernos Provinciales.
El escenario, tras quedar constituidos los Gobiernos Provinciales del Poder Popular, no será menos complejo e importante que cuando surgieron las primeras asambleas locales; el mismo enemigo de siempre, despiadado y sin escrúpulos, sigue tratando inútilmente de torcer el camino histórico al pueblo cubano y hacer fracasar el sistema económico-social que libremente se ha dado y que refrendó en la nueva Constitución.
El cumplimiento estricto de los plazos para implementar las disposiciones transitorias de nuestra Carta Magna –como la elección de los gobernadores y vicegobernadores, y la constitución de los Gobiernos Provinciales–, trae consigo la profundización de la democracia socialista, la promoción de la mayor participación ciudadana, el desarrollo y la defensa del país.

La periodista Angélica Paredes, de Radio Rebelde reflexiona acerca del ejercicio del poder del pueblo y la unidad, dos pilares básicos y fundamentales del sistema político cubano.

 

 Fuente: Diario Granma / Twitter  / @asambleacuba
 
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