Un festival por la unidad, la justicia y la paz

Por su parte, Raúl Palmero, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), de la mayor de las Antillas, refirió diferentes momentos de la historia de esa organización, la cual tiene gran protagonismo en el país, y mediante ejemplos de antes de 1959, año del triunfo de la Revolución, y de la actualidad, resaltó los logros educacionales en su nación, conseguidos gracias al enorme interés del gobierno en la preparación del pueblo, especialmente de las nuevas generaciones.

No faltaron los discursos e intervenciones sobre asuntos que preocupan al mundo de hoy, con mayor énfasis en la lucha contra la hegemonía imperialista y el terrorismo.  El caso Cuba fue presentado por el joven Elián González Brotóns, quien hizo referencia a los más de 700 actos terroristas que Estados Unidos ha perpetrado contra su Patria, 56 de ellos desde 1990, con un saldo de miles de muertos y heridos.

González Brotóns destacó que en el propósito de la subversión en la Isla participan organizaciones no gubernamentales, universidades, la USAID, representaciones de la contrarrevolución y Freedom House, considerada un vehículo para el trabajo de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana. Solo desde 1996 y hasta el 2015, según indicó, el programa Cuba de la USAID destinó 284 millones de dólares a esos fines.

El brasileño Rafael Bogoni, secretario ejecutivo de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), manifestó que Cuba es un faro, por todo lo conseguido, lo cual contrasta con otras realidades en muchos países, donde alumnos y profesores hacen huelgas y sufren muchas dificultades.

Ni las barreras idiomáticas, para algunos infranqueables, ni las diferencias culturales, han impedido a los integrantes de la delegación cubana adueñarse de cada uno de los espacios, mostrando a todos que un mundo mejor es posible, aún con un poderoso imperio como el de Estados Unidos tan cerca.

Si bien es cierto que apenas duermen, a la mañana siguiente los cubanos -y junto a ellos muchos jóvenes que han abrazado a la delegación del país caribeño- cobran nuevos bríos y vuelven sobre sus pasos a los centros de discusión, en los que resuenan una y otra vez los ¡Viva Cuba!, ¡Viva Fidel!, ¡Yo soy Fidel!.

Los hijos de José Martí, tan acostumbrados al eterno verano, han debido lidiar con el frío, que por momentos parece irresistible, pero que poco a poco va cediendo al calor de los debates, tal como ocurrió este miércoles, cuando un auditorio emocionado ovacionó y clamó justicia ante los crímenes del imperialismo.

Como rasgo distintivo de la delegación antillana, además de su contagiosa alegría y ganas de hacer, destaca la presencia en sus prendas de vestir de imágenes del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro; y del Che, y con ellos, la bandera de la estrella solitaria.

De modo, que son muchas las muestras de agradecimiento al mayor archipiélago del Caribe, y ahí está también el respeto, el cariño y el homenaje eterno al Comandante en Jefe Fidel Castro, luz y faro del internacionalismo, de la solidaridad, de la paz y de la justicia social.

Fuentes: Radio Rebelde, Agencia Cubana de Noticias, Granma / Editor: Conrado Vives Anias 
 

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