Radios municipales: Por donde Cuba asoma (IV)

Será siempre la primera en el tiempo, la Villa Primada. Es blasón que llevan sus habitantes por doquier, que los distingue. ¿Habrá algún lugar más hermoso que Baracoa, con sus ríos límpidos, con su olor eterno a chocolate, con sus altos cocoteros y sus increíbles polimitas?

Aquí también está la radio. La emisora CMDX se funda en 1953 y al triunfo revolucionario, ya en manos estatales, es renombrada como La Voz del INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria). El nombre definitivo de La voz del Toa, lo tomará en los sesenta, tributo identitario al río más caudaloso de Cuba.

Esta casa radial transmite diariamente durante 16 horas, de seis de la mañana a diez de la noche. Cumplir ahora mismo tales exigencias, requiere la entrega y el estoicismo de un equipo que desafía las estrecheces económicas que vive el país, de las que esta oriental ciudad no escapa.

Atrapar el latido de la gente, requiere mirarle a los ojos. En un municipio serrano como este, la gestión periodística se resiente ante la ausencia o el deficiente apoyo con el transporte. La cabina de transmisión ha ido recorriendo el inmueble en busca de un espacio con condiciones mínimas, dado el estado de deterioro que presentan los estudios acondicionados al efecto.   

Ricardo Alexis López Castellanos suma 28 años de trabajo, la mayoría de ellos en la radio, incluida la versión en internet de esta planta radial. “Tuve la suerte de laborar mucho tiempo  como periodista y editor en el sitio Radio Baracoa. Se distinguió desde su comienzo en 2007 por la forma de presentar el contenido y se llegó a contar con una notable comunidad de seguidores de un sitio que, en su última etapa, abría con rapidez en computadoras y teléfonos celulares. Así, lo que siempre pudo ser una gran ventana informativa, es inexistente hace cuatro años, por lo que considero falta de gestión, desinterés y respuestas inadecuadas”.

El tema de la búsqueda de un necesario equilibrio entre la agenda pública y la agenda mediática (opinión pública vs. opinión publicada) ha sido abordado en muchas ocasiones en espacios académicos y públicos relacionados con la comunicación en Cuba. He podido participar en algunos de ellos. Justo en esa línea se inscribe el pensamiento de este experimentado comunicador que reclama a la radio local: “reflejar sucesos de verdadero interés para la población y ejercer la crítica de manera más oportuna y profunda. Otro problema es que no nacen desde la dirección de la radio o las investigaciones sobre la aceptación de la programación, ideas que conviertan a los pobladores en gestores de contenido de los programas”.

A Ricardo Alexis López Castellanos, sin embargo, nada ha podido apartarle de su tierra ni de la radio. Solo punza lo que se ama. Ha sido reconocido por su labor, como atrapa la foto que propone Radiaciones. El universo digital lo identifica como “Macondiano de Baracoa” y las redes son un espacio que ha ganado para seguir narrando la novela cotidiana que asoma a su paso, donde une la naturaleza excepcional baracoense con las tradiciones de su gente.

UNA VOZ

Odalys Borges Reyes llegó a la radio en 1993, tras graduarse en cursos para locutores y escritores de guiones radiales. Licenciada en idioma inglés, ahora se trataba de recorrer los caminos de la lengua y la oralidad en su idioma natal. Sumó experiencias a su encanto natural y es hoy la voz que identifica a la planta radial de Baracoa. No hay manera de que pase inadvertida entre los oyentes.

“En cualquier lugar que escuchan mi voz, siempre se me acercan, me hacen sentir importante, necesaria. No soy yo, por supuesto, es el medio de comunicación y esta profesión tan maravillosa, los que me hacen sentir especial”.

Aunque ha incursionado en programas de diverso corte,  Odalys conduce ahora mismo la revista informativa Al día, el espacio cultural Sendero de luz; así como un programa sobre historia, cultura y tradiciones de Baracoa, bajo el nombre de Con la primera en el tiempo, que cuenta con un especialista de lujo, el historiador de la ciudad, el mítico Alejandro Hartmann.

“Amo mi profesión y la valoro más por ejercerla desde un municipio con gran parte de su territorio montañoso. Llegar a los lugares de difícil acceso con un mensaje de urgencia tiene un valor incalculable. Nuestro programa más pequeño en tiempo de transmisión es Ecos del Yunque, que solo dura 8 minutos.

“Los oyentes envían mensajes a sus familiares en el campo o las montañas para avisar que alguien falleció, dónde será el sepelio, o que le dieron el alta hospitalaria y deben traer “monta” (un caballo o mulo) al punto, donde los carros ya no pueden continuar viaje debido a lo inaccesible del terreno. Justo en esos momentos siento la gran dicha de ser parte de ese puente sonoro que une a la gente común.

“Entre las satisfacciones también cuento el intercambio con los oyentes en vivo. Algunos me dicen que viven solos, pero no se sienten solos porque nuestra radio los acompaña todo el tiempo. Ahí está la magia de este medio que acerca, informa, entretiene, instruye y nos convierte en una gran familia.

“No todo es perfecto. He vivido momentos de impotencia cuando transmito el sentir del pueblo, y pasa el tiempo sin la respuesta requerida. Nuestra emisora transmite en vivo las sesiones de la Asamblea Municipal del Poder Popular cuando los delegados debaten asuntos de interés social; sin embargo, siento que nuestras autoridades no aprovechan suficiente este medio al alcance de todos”.

La excelencia del trabajo de esta profesional de la palabra, que también expande su creación hasta la poesía y la música, ha merecido galardones a nivel territorial y nacional, incluidos premios Caracol de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y el Micrófono de la Radio Cubana, este último otorgado en 2022.

“Si volviera a nacer, sin dudas, elijo la locución. Me ha incitado a prepararme en tantos aspectos de la vida que siento que hoy soy mejor persona. La locución me ha permitido tocar los corazones de la gente de mi pueblo que siente su vida reflejada entre sonidos y eso eleva mi condición humana… pero disfrutar día a día mi trabajo durante 31 años, ese es el Gran Premio de mi vida”.

De estos sitios uno jamás se despide, de un entorno verde sobrecogedor, de un territorio donde sus habitantes labran su canto cotidiano, a contrapelo de cualquier obstáculo. Baracoa merece que su radio se encumbre como sus montañas y que reciba la atención que sus trabajadores y su audiencia se han ganado. 16 horas diarias son un testimonio de excepción. Radiaciones sigue Cuba adentro.

Autor

  • Reinaldo Cedeño Pineda

    (Santiago de Cuba, 1968) Licenciado en Periodismo (1991) y Máster en Comunicación Social por la Universidad de Oriente (2004). Recibió la Distinción por la Cultura Nacional y el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro (2021) por la obra de la vida. Alcanzó el premio de los concursos nacionales de poesía Hermanos Loynaz (2011) y Regino Pedroso (2014). Premio Latinoamericano de Crónicas (Portal Nodal Cultura, 2016). Entre sus libros: A capa y espada, la aventura de la pantalla (2011), Poemas del lente (2013), La noche más larga. Memorias del huracán Sandy (2014), Ser periodista, ser Quijote (Ediciones La Luz, 2019) y Las pequeñas palabras (2019). Miembro de la UPEC y de la UNEAC. Actualmente es realizador de la emisora Radio Siboney.

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