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Estudiantes, combatientes y otros representantes del pueblo capitalino rindieron tributo a los protagonistas del asalto al Palacio Presidencial y toma de Radio Reloj, hecho ocurrido un día como hoy de 1957.
El acto tuvo lugar ante la tarja que signa el lugar donde cayó, en combate desigual, el presidente de honor de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) José Antonio Echeverría Bianchi, mártir de aquella gesta, donde fueron depositadas ofrendas florales a nombre de los consejos de Estado y de Ministros y de la organización juvenil.
Al lugar acudieron Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado y jefe del Departamento de Atención al Sector Social del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la provincia, Aylín Álvarez García, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, y Miriam Nicado García, rectora de la Universidad de La Habana (UH).
En las palabras centrales del acto, Ricardo Rodríguez González, presidente de la FEU, destacó el compromiso de las nuevas generaciones de mantener en alto las banderas enarboladas por el proceso revolucionario en sus distintas etapas, el cual aseguró constituye un patrimonio del pueblo cubano.
Señaló que los estudiantes de hoy y siempre recordaran a José Antonio por el temple y la energía, por el horizonte social de justicia que supo avisorar y por llevar en el pecho la causa del estudiantado hasta sus últimas consecuencias.
Expresó que los nuevos tiempos han generado nuevos desafíos, ante los cuales los jóvenes universitarios históricamente se han erigido en bastiones en defensa de los ideales por los que sus antecesores dieron sus vidas.
Hagamos desde la militancia optimista y por la transformación de todo lo que deba ser cambiado con la convicción de que para los cubanos la cobardía y la rendición no serán nunca opciones, enfatizó.
Con esas convicciones coincidió Otto Hernández Fernández, único de los acompañantes de José Antonio en la toma de Radio Reloj que queda con vida, quien consideró que la juventud de ahora continúa la lucha iniciada por aquella, solo que en condiciones y trincheras distintas.
Explicó a la prensa detalles de como se gestó esa acción luego de entender la imposibilidad de limpiar los vicios e injusticias de la sociedad de entonces por la vía eleccionaria y la necesidad de apoyar al movimiento guerrillero desde las ciudades para derrocar la dictadura batistiana.
Con ese suceso, que pese a no lograr sus objetivos militares estremeció a la tiranía, el líder del Directorio Revolucionario honró, al precio de su vida, el compromiso contraído con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Carta de México, agregó.
El 13 de marzo de 1957 un comando de alrededor de 50 hombres, dirigidos por Carlos Gutiérrez, incursionó en el otrora Palacio Presidencial con el objetivo de ejecutar al dictador Fulgencio Batista, mientras otro grupo con José Antonio Echeverría al frente irrumpió en la emisora Radio Reloj para dar a conocer al pueblo del acontecimiento.
Aunque los asaltantes llegaron al tercer piso del inmueble no pudieron cumplir su propósito porque Batista escapó por una puerta secreta y el grupo de apoyo que debía tomar los edificios aledaños no llegaron al lugar lo cual les obligó a retirarse con algunas pérdidas.
El otro grupo fue interceptado por una patrulla a un lateral del recinto universitario y el intercambio de disparos cayó abatido el líder estudiantil de solo 24 años.
(Tomado de la ACN / Foto: Radio Reloj)
