Las motivaciones de una Convención de Radio y Televisión en Cuba

Como la esencia cultural de la nación, el sistema radio televisivo es tal vez el medio de mayor objeto de análisis en el contexto de la sociedad cubana, tanto de sus instituciones administrativas como de la población y todos sus estratos, pues, además de erigirse como el medio de comunicación más popular, en nuestro sistema es el de mayor potencialidad e intencionalidad en la construcción de una estrategia informacional y movilizadora de la población.

Junto al Subsistema de la Radio Cubana compuesto por 96 emisoras radiofónicas, una empresa de producción de radionovelas, y varias entidades afines como la RTV Comercial, la Televisión es el epicentro de un proyecto revolucionario que tiene como centro de acción la formación de valores que enaltezcan los principios que defiende la Revolución cubana.

El 24 de octubre de 1950 una nueva era se abría para la historia de los medios de comunicación en Cuba, nuestra Televisión fue de las primeras que tuvo la América Latina (solo antecedida por México y Brasil) y en su diseño fundacional tiene función cultural, educativa, formativa e informativa de la sociedad.

Al igual que nuestra sociedad, nuestra TV no es perfecta, sin embargo, en su enfoque nacional brinda innumerables aportes al resto de sus iguales de Latinoamérica y el Caribe, y en su tapiz estructural exhibe potencialidades y muestra al mundo un talento que hoy resulta indiscutible.

Hoy la TV Cubana cuenta con cuatro cadenas nacionales (dos de ellas especializadas en temáticas educativas) 15 Telecentros, ubicados en cada provincia del país, y una señal internacional (Cubavisión Internacional), y una Televisión Serrana (en el lomerío granmense) que abarcan en su conjunto un sistema de gran arraigo en la formación de valores patrióticos, culturales, éticos y estéticos.

La necesaria Convención Internacional de Radio y Televisión

La Primera Convención Internacional de Radio y Televisión Cuba 2014 que hoy cierra sus puertas, luego de una semana de intensas jornadas, constituye una necesidad de confrontación de los creadores de nuestros medios audiovisuales, al decir de su presidente Omar Olazabal, es la premisa que tiene nuestro sistema para intercambiar sobre modos de hacer la radio y la televisión pública.

El intercambio que ha generado el encuentro de las televisiones y radios de unos 27 países con los modos de hacer de esos medios desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio, incluyendo el municipio especial de la Isla de la Juventud ha corroborado el papel de vanguardia que siempre caracterizó a Cuba y sus medios radiales y televisivos.

Cuba precisaba de una convención de radio y televisión para que los creadores y técnicos de nuestros dos medios puedan tener un punto de encuentro donde analizar las perspectivas y el futuro que se avecina con los cambios de la comunicación en el mundo, y la inclusión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (Tics).

El Palacio de las Convenciones de La Habana se ha erigido en un verdadero hervidero de profesiones que tienen como punto común, el deseo de encauzar la balanza hacia una Televisión y una Radio, acorde con los gustos de nuestra sociedad, acorde con los gustos y la intención integradora de nuestros pueblos de la región, acorde con los cambios que presupone la implementación de un nuevo Modelo Económico-Social y Político.

Los 64 años de la Televisión Cubana bien merece que perdure en el tiempo, esta Convención de Radio y Televisión, porque el camino futuro está en el conocimiento, la superación, la cooperación, y el intercambio. Y la Convención es todo eso y mucho más.

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