En este año 2024, hace 105 años que la RCA (Radio Corporation of America) se fundó el 17 de octubre de 1919; y 95 de la RCA Víctor, cuando en enero de 1929, la RCA adquirió la Víctor Talking Machine Company (en adelante, VTMC: Compañía Máquina Parlante Víctor) y surgió la RCA Víctor como división de la RCA, incluida su subsidiaria japonesa.
Ambas (la RCA y la RCA Víctor) resultaron hitos indispensables a la evolución de la radio en el mundo, y en Cuba.
Era el resultado de un largo e intenso proceso de evoluciones tecnológicas enmarcadas desde la Revolución Industrial de los siglos XVII al XIX, aceleradas por la Revolución Científico-Técnico del siglo XIX a avanzar el XX; los antecedentes inmediatos se remontan a 1870, cuando un terapeuta había ideado ejercicios ortofónicos para restaurar la armonía entre la acción de los nervios y los órganos de articulación, aportando el vocablo ortofónico para denominar la terapia del habla; y en esas décadas de los años 1870 y 1880, el prolífico inventor y negociante estadounidense Thomas Alva Edison (Ohio, 1847-1931), su fonógrafo (“escribe sonidos”) fue el primero en reproducir el sonido grabado, mas, al no permitir la reproducción masiva, los músicos tenían que repetir varias veces para producir varios ejemplares; de ahí el gran éxito del gramófono que patentaría el inventor germano-estadounidense Emile Berliner (Hanover, Alemania, 1851-Washington DC, Estados Unidos de América, 1929) en 1887.
El gramófono (palabra derivada del griego gramma “escritura”, y fono, “sonido”), fue el primer sistema de grabación y reproducción de sonido que utilizó un disco plano, a diferencia del fonógrafo, que grababa sobre un cilindro o disco giratorio llamado “registro”; era menos costoso y con un mecanismo más sencillo, por lo que en 1901 el ingeniero y negociante estadounidense Eldridge Reeves Johnson (Delaware, 1867-1945) fundó en Camden, New Jersey, la VTMC para distribuirlo, derivando una guerra por el mercado entre Edison y Berliner; compañía que existió hasta 1930, cuando fue vendida a la RCA y originar la RCA Víctor, tras haber liderado la industria del gramófono y grabaciones en disco en Estados Unidos, una de las dominantes en el resto del mundo, reproduciendo música clásica, blues, jazz, country, bluegrass, y música tradicional.
Hasta entonces, Johnson fabricaba gramófonos que tocaban discos de Berliner, a quien se cita incluso como cofundador de la VTMC aunque otras fuentes niegan toda relación, lo cual también se ha interpretado como estrategia frente a la competencia de otras compañías como la Zonophone, y la “guerra de las patentes”.
El nombre Víctor, de origen latino, significa “victoria”; una hipótesis para su protagonismo en esta compañía es que Johnson consideraba que su gramófono era una victoria; otra, que él surgió como el victorioso de aquellas contiendas; una tercera que Leon Douglass, compañero de Johnson, lo derivó del nombre de su esposa Victoria; y finalmente, que se adoptó del nombre de la popular bicicleta “Víctor”, que Johnson admiraba por su ingeniería superior.
Esta VTMC tenía los derechos en Estados Unidos e Iberoamérica para usar la imagen de Nipper (traducido como Niperito), un perro de raza fox terrier, en la pintura de 1893 obra del pintor y fotógrafo inglés Francis James Barraud (Liverpool, 1856-1924) luego que al morir su hermano, un fotógrafo londinense en su herencia recibió un fonógrafo de motor eléctrico Edison-Bell (de los laboratorios del escocés Alexander Graham Bell, 1847-1922, a quien se atribuiría el teléfono luego reconocido al italiano Antonio Meucci 1808-1889, en el entonces teatro Tacón hoy Alicia Alonso, en La Habana), un estuche con cilindros (algunos con grabaciones caseras) y a Nipper, y Barraud notó que al reproducir las grabaciones de la voz de su hermano en el fonógrafo, Nipper se acercaba y se colocaba a escuchar atentamente, con la cabeza inclinada, escena que Barraud inmortalizó en lienzo titulado His master´s voice (La voz de su amo), y para vender la pintura, Barraud modificó la escena remplazando el fonógrafo de cilindros por un gramófono; con cierto ángulo de luz, aún se distingue el contorno del fonógrafo Edison-Bell en la pintura original. Nipper devendría así la mascota de la marca HMV (compañía británica His Master´s voice, de 1921, que vende música, películas, juegos y productos tecnológicos), y las aquí ya referidas RCA y VTM.
Alrededor de 1905 “la Víctor” (como ya se le conocía) comenzó a experimentar para hacer más aceptables los gramófonos, que semejaran más un mueble que una maquinaria, para lo que la trompeta amplificadora fue cambiada de lugar plegándola dentro de un alto gabinete tapado con puertas, que además controlaba el volumen, idea rápidamente patentada con el nombre “victrola” (vocablo derivado de Víctor), donde se podía seleccionar la canción (o música en general) preferida, que así se considera surgida en 1906 en Camden, New Jersey, sustantivo victrola que la compañía usaría para todos sus gramófonos de trompeta interna, diseño que pudo inspirar la Amberola de Edison (1911), y nombre que en algunos países (como Cuba) enmudeció la c derivando la palabra vitrola, que extendería a cualquier gramófono incluso de trompeta externa, de cualquier marca.
El Victor Ortofónico Victrola fue presentado públicamente por primera vez en 1925 en el Salón de Música de Wanamaker para el New York Times; era el primer fonógrafo de consumo diseñado específicamente para reproducir discos fonográficos grabados eléctricamente, por lo que la Víctor denominó el 25 de noviembre de 1925 como el “Víctor Day”, y en pocos días tenían más de 20 millones de dólares en solicitudes.
La grabación eléctrica la había desarrollado la Western Electric, cuyos investigadores Joseph Maxfield y H. Harrison habían desarrollado sus teoría sobre la telefonía y la transmisión alámbrica, logrando primero sonidos sin matices, lo que luego evolucionó al inventar la bocina exponencial, que después hubo que plegar en un mueble de tamaño razonable. La Western ofreció este proceso a las dos principales compañías discográficas: la Víctor y la Columbia, que inicialmente lo rechazaron al comprender que dejaría obsoletos todos sus catálogos de discos existentes. Justo la proliferación de nuevos medios como la radio, les convenció para al menos, una primera experimentación; no obstante, el ingeniero eléctrico estadounidense Orlando R. Marsh (Illinois, 1881-1938), propietario y fundador de Autograph Records, ya desarrollaba un primitivo sistema de grabación eléctrico.
Mejorando cada cual sus productos en competencia, Johnson fabricó un motor, con el que ya el funcionamiento del gramófono no dependería de que lo accionara una persona, y modificó los discos haciéndolos de ebonita (material de goma duro) con diámetro de cinco pulgadas; el gramófono devino el dispositivo más común para reproducir sonido grabado desde la década de 1890 hasta mediados de la de 1950, cuando apareció el disco de vinilo a 33 revoluciones por minuto. Justo entre los años 30 a los 50 alcanzó su máxima popularidad y prestigio en el mundo, dada su alta calidad de fabricación, innovaciones tecnológicas, estilo y nombre.
Toda la tecnología estadounidense salía al mercado casi a la par en Cuba: el 21 de abril de 1930, el Diario de la Marina publicitaba “La Víctor” previa a la RCA Víctor, nombre que ostentaba una excelente tienda de televisores, radios, tocadiscos y vitrolas, en la calle Neptuno No. 405, muy cerca del Prado, donde citaba al menos ocho agencias en las inmediaciones y otra en Real 182, Marianao. Incluía una industria de grabaciones musicales y venta de la discográfica de los más importantes artistas cubanos de antaño, y un estudio de grabación.
Gran parte de la música de entonces trascendió de la radio en soporte de discos de vinilo, con un importante papel de las vitrolas; se hicieron tan comunes, que se llegó a afirmar que en La Habana, prácticamente había una en cada esquina. En 1954 se contaban más de 10,000 y ya en 1959, 20,000, y la publicidad de RCA Víctor con el simpático Nipper, proliferaba aun décadas después de 1959, por lo que resulta muy familiar a los cubanos (no pocos lograron allí su sustento, y muchísimos las disfrutaron), aunque hoy, escasean quienes la conocen mejor.
En la ciudad de Camagüey era famosa la de calle Estrada Palma casi esquina a calle López Recio, y en numerosas comunidades habaneras; por ejemplo, en San Antonio Chiquito, donde luego se extendió La Timba, aún se recuerda la del bar de 2 y 37, donde luego se instaló una ferretería. Los “nuevos discos Víctor cubanos”, y “El Radio-Víctor” se publicitaba como “el único radio que no ha sacrificado su pureza de tono”.
La RCA Víctor era el mayor productor de fonógrafos, victrolas y grabaciones de fonógrafos, cuando a fines de 1968 devino RCA Récords, sin volverse a usar las marcas comerciales Víctor y Victrolas en los consumidores electrónicos de la RCA. Se disolvió en 1987, cuando la Talisman Btands Inc. y la Sony Music Entertainment compraron sus derechos a la multinacional General Electric, que ya controlaba el conglomerado RCA y mantuvo sus intereses en la compañía de comunicación filial National Broadcasting Company (Compañía Nacional de Radiodifusión: NBC), cadena de televisión que fundada en 1925, había sido de radio, con sede central en el Rockefeller Center, New York.
Se ha potenciado con otras como la alemana Ariola Records, fundada en 1958-1963, que compró en 1985 llamándose RCA/Ariola hasta 1987, cuando la RCA Víctor fue adquirida por la alemana-estadounidense Bertelsmann Music Group (BMG, 1987-2008) y se renombró BMG/Ariola; entre 2004 y 2008 fue la Sony BMG, cuando se disolvió la empresa conjunta y la compañía retomó su nombre Sony Music. Desde 2022 la marca Víctor tiene licencia y es propiedad de Talisman Brands, Inc, d/b/a Established. Pero aún hoy, los antiguos radios RCA son de los más apreciados por los coleccionistas.