por Cada mañana la ciudad industrial renace con la melodía de El manisero de Moisés Simons y la emisora Voz del Níquel, durante 18 horas, surca el éter para convertirse la fiel aliada del acontecer económico y social de esta región minera.
Se hizo entonces aquella inauguración, atrasada un cuarto de hora por falta de electricidad. Y a las 10: 15 a.m. de aquel 24 de julio -gracias a una planta auxiliar de la Empresa niquelífera Comandante Pedro Sotto Alba- surcó el éter por primera vez la señal de La Voz del Níquel.
En ese año 1979, un grupo de compañeros de Radio Angulo y gente entusiasta de la comunidad de Moa emprendieron un largo viaje por la realización radial, que ha cultivado a decenas de profesionales preparados para trabajar en diversos medios de comunicación, y en otros centros, en ramas de la Comunicación Social.
CMKV, La Voz del Níquel durante sus más de cuatro décadas de duro bregar, se ha ganado la simpatía y respeto de los oyentes por ser reflejo de sus intereses, preocupaciones, alegrías, donde se destaca la vida de los obreros que hacen posible el importante rubro exportable.
Varias generaciones de radialistas apacionados andan por los pasillos, estudios, redacción, pero los anima mantener a la radio cerca de su pueblo, no despegarse de los intereses comunitarios con una programación variada amena, atractiva, (que incluye unos cuarenta programas), en la que ponen todo su empeño para que la calidad de la misma sea superior.
Su colectivo garantiza programas de orientación, musicales, de participación e informativos, dirigidos a varios destinatarios, informar, entretener, y orientar a un pueblo esa es su misión, de esta forma, – como dice un colega- honrar el lema que sentencia su labor en este tiempo: estamos en todo, porque todo nos interesa. Felicidades.
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– Una emisora que huele a níquel