Los más de 280 días de Lourdes

Detrás de esa mirada cansada que se esconde tras el nasobuco, hay cientos de horas sin dormir y miles más de labor incansable en aras de la vida.

Ya no sabe si son 10 000, 100 000 o más las pruebas de PCR que ha debido realizar o supervisar como jefa del Laboratorio Provincial de Microbiología de Villa Clara. Para ella, los números no importan, porque como siempre dice, detrás de cada muestra hay una persona y una familia que esperan.

No es un día, ni un mes de esfuerzo. Han sido más de 280 jornadas de consagración total a una tarea en la que le va la vida misma a muchos seres humanos, incluyendo niños, jóvenes y ancianos, que de ser positivos deberán enfrentar los embates de una enfermedad que no distingue sexo, color, ni edad.

De esa convicción, y del alma limpia y noble que la caracteriza, saca fuerzas para no desfallecer y volver al trabajo a cualquier hora del día o de la noche, para apoyar, orientar y dar aliento a un colectivo que la sigue sin miramientos, por aquello de que el ejemplo inspira.

Así es la doctora María de Lourdes Sánchez Álvarez, la de los ojos marchitos, la que merece el aplauso de las nueve y el de cada hora y día del almanaque, la que representa la grandeza de tantos y tantos colegas, que en esta Isla, y en otras naciones, nos salvan con su entrega humanista.

 

 

 

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