por Pero nada impidió que los galenos antillanos realizaran su labor, y al respecto, la camagüeyana Licenciada en Enfermería Yordanys Hernández Veloz asegura que, al principio, cuando llegaron, había cierto rechazo, “pero al ver cómo éramos y nuestro desempeño, que trabajábamos bien, entonces no querían que regresáramos”.
En cualquier circunstancia, tratar personas con la Covid-19 implica un desafío profesional, y en el Distrito Federal, por ejemplo, “la mayoría de los pacientes acoplados fallecía; pero con la llegada de los cubanos muchos salieron satisfactoriamente para sus casas”.
Así relata esta mujer que prestó sus conocimientos y servicios primero en esa zona, y luego, en Villa Hermosa, junto a otros agramontinos y cubanos en general.
Esas y otras experiencias las conoció la dirección del país, tras el retorno a la Patria y el habitual intercambio que sostiene con los médicos y enfermeras.
Fue un momento inolvidable para Yordanys, cuando el pasado sábado, en encuentro con el presidente de la República Miguel Díaz- Canel, le entregó a cada uno una bata con la marca país, “nos regaló una tarjeta firmada por él y nos tomamos una foto. Nos dio la mano, y nos dijo que estuviéramos listos para enfrentar, dentro o fuera de la nación, otras misiones similares”.
Esta enfermera, que labora en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, ya se encuentra en su hogar, y con su ayuda al enfrentamiento a la Covid-19 en México, ya suma tres misiones de colaboración en el exterior; fiel exponente de la solidaridad de los cubanos y la profesionalidad y alto prestigio de los hombres y mujeres de batas blancas.