por “En el taller del Central fabrico ejes, tornillos, tuercas y todo accesorio necesario para que la industria muela la caña”.
Yosmel tiene 31 años. Desde los 17 labora como tornero en el Taller de Maquinado de la agroindustria mayabequense.
“El taller siempre ha sido mi área laboral, jamás he pensado en otro lugar para trabajar, pues no sostendría la pasión de confeccionar piezas de repuesto y aportar a la economía del país”.
Cada jornada entre las 7 de la mañana y las 4 de la tarde evidencia la contribución del joven en el afán de innovar y sustituir importaciones.
“Actualmente me cuido para no contagiarme con la Covid-19 y seguir en mis funciones. Mi éxito está en aprovechar todo pedazo de hierro al servicio de la fábrica de azúcar”.
Él desafía las adversidades desde su cotidiano andar entre tornos, hierros y su ingenio por el progreso socioeconómico.