Con Cuba no se puede

Desde el lejano ayer Estados Unidos, empecinadamente, ha pretendido poseer a nuestra querida Isla como una estrellita más de su bandera. Y claramente, el apetito imperial jamás lo ha logrado, porque muchos de sus hijos sagrados la han defendido siempre hasta con su sangre heroica.

Y además, porque los cubanos y cubanas nunca han aprendido ni aprenderán  a ser lacayos y sumisos. El imperio siempre ha sido consecuente con sus ambiciones nefastas de dominación, pero carece del más elemental sentido del conocimiento, y menos comprensión, de nuestros pueblos; es por ello que nos ven como si fuéramos una gran masa inculta y deforme que únicamente sirve para favorecer sus irrefrenables ambiciones.

Si queremos un solo ejemplo de lo que he dicho, téngase en cuenta lo que ha afirmado recientemente la General del Comando Sur de EE.UU. solo con muy pocas palabras: “en América Latina tenemos grandes recursos…”, es decir no son de los pueblos, son de los yanquis.

Un breve recorrido histórico nos lleva de la mano para comprobar hasta dónde son capaces con la doctrina del Destino Manifiesto, es decir, la teoría del despojo y el dominio de otros: “la posesión de Cuba da a los EE.UU. un profundo interés en el destino de la isla” (James Madison, presidente-1810); “la isla de Cuba, ha venido a ser por multitud de razones, de trascendental importancia para los fines políticos y comerciales de nuestra Unión” (John Quincy, presidente1825); el mismo que anunció al mundo, respecto a Cuba, la doctrina de La Fruta Madura”.

Pero hay más: en 1845 el senador Yudee de Florida, propuso la compra de Cuba; en 1847 otro senador, Jefferson Davis decía que “la isla de Cuba tiene que ser nuestra”; un prominente político llegó a afirmar “Adquiriremos a Cuba mediante un Golpe de Estado; Cuba ya es nuestra; la siento en la punta de los dedos”. 

Hasta aquí he mencionado sólo algunos pensamientos de estos “buenos señores” Obviamente existen muchos más pero el espacio disponible no me permite relacionarlos. No obstante, sí me parece prudente mencionar lo dicho por el Subsecretario de Guerra en 1897: “Debemos destruir todo lo que esté dentro del radio de acción de nuestros cañones. Concentrar el bloqueo, de modo que el hambre y la peste minen a la población civil y diezmen al Ejército Cubano”.

Mire usted ¡qué forma tan democrática tienen estos señores!. Es decir, es algo así como una bestia salvaje que, hambrienta, ataca a un animal que le resulta indispensable para vivir. Y después que comete la atrocidad sigue su camino feliz; ha dejado claro a la selva que nada le importa, solo saciar su apetito incontenible. Y lo más significativo es que todo ha sido  -y es- una venganza contra el pueblo cubano, por la osadía de querer ser soberano, libre e independiente. Ya usted ve, es imprescindible conocer el pasado para comprender el presente, ayer querían poseer a Cuba, y hoy también.

Lo que sucede es que son ciegos y sordos y nunca jamás se darán cuenta que “CON CUBA NO SE PUEDE”. No quisimos, no queremos y nunca desearemos ser del enemigo común, porque: “Cada vez que Estados Unidos “salva” a un pueblo lo deja convertido en un manicomio o un cementerio.” Eduardo Galeano.

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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