Patria es humanidad

Con esa prédica nuestro líder articuló una diplomacia entre los pueblos a través del actuar solidario de ayudar al necesitado, aglutinar fuerzas políticas en contra del imperialismo, y educar en un accionar político-ideológico alejado del consumismo capitalista.

En ello desempeñó un papel fundamental el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, fundado en 1960, y articulador de esos propósitos, que reunió en La Habana, varias veces, a los representantes de organizaciones progresistas.

En la clausura del Encuentro Mundial de Solidaridad con Cuba, celebrado en el teatro Karl Marx, el 25 de noviembre de 1994, Fidel expuso los valores por los cuales ha combatido la humanidad y que en ese espacio fueron retomados: «Las cuestiones que más han preocupado en esta larga lucha por la independencia, contra el colonialismo, contra el neocolonialismo, contra el imperialismo; la lucha de los pueblos por la igualdad, por la justicia, por el desarrollo, por la soberanía nunca tan amenazada como hoy; la lucha por la justicia social, la lucha contra la explotación, la lucha contra la pobreza, la lucha contra la ignorancia, la lucha contra las enfermedades, la lucha en favor de todos aquellos desprotegidos, desposeídos; la lucha por la dignidad; la lucha por el respeto a la mujer; la lucha por la hermandad entre todos los hombres de todas las razas; la lucha por la paz, todos esos valores, y muchos más (…)», expresó ante los más de 2 700 delegados provenientes de un centenar de naciones.

Fuera de nuestras fronteras, el Comandante educó en la unidad necesaria y así les dijo a los estudiantes brasileños en Belo Horizonte, en 1999: «Están llegando los tiempos de pensar en la patria mundial (…). Unión, integración y justicia significa la posibilidad de preservar todo lo que amamos».

Esa idea de unidad mundial para enfrentar las injusticias, también la expuso en sus encuentros con las delegaciones solidarias que visitaron el país, principalmente las brigadas Venceremos y Antonio Maceo, procedentes de Estados Unidos, a quienes les dijo que el eje principal de lucha debía ser en contra del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno estadounidense.

En otra oportunidad, con la Caravana de Pastores por la Paz, en 1992, Fidel aseguró: «Muchos de esos países reconocen la solidaridad de Cuba, la acción de Cuba y el esfuerzo de Cuba en favor de sus intereses, en todos los campos, no solo en el campo de la colaboración en Salud y en otras muchas cosas, sino en la defensa de los intereses de los países del tercer mundo».

Todo ello muestra el consenso y la coherencia en la diplomacia desarrollada por Cuba a partir de 1959, en un nuevo tipo de relación con los pueblos del mundo que ven el proceso revolucionario cubano como el referente a seguir para alumbrar su camino, de ahí que el enemigo enfoque su estrategia en quebrar la solidaridad mostrada hacia Cuba.

 

 

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