Trump: Curioso enemigo de Puerto Rico

El inicio de su artículo afirma, la respuesta «lenta, desalmada y casi cruel del presidente Trump a la crisis en Puerto Rico luego del huracán María es inconcebible».

Parece ajeno al hecho de que sus tres millones, 400 mil habitantes son estadounidenses. Con tono demoledor añadió, y en muchos casos, «más patriotas que él».

Recordó que Trump viajó dos veces a Texas en una semana  tras el huracán Harvey, y a Florida cinco días después del «Irma». Pero solo este martes la Casa Blanca anunció, ante una tormenta de críticas, que su jefe debe trasladarse a la isla el próximo tres de octubre.

Eso, anotaron observadores,  será casi dos semanas después del huracán que los trituró. Sin embargo, el artículo resta valor a esa perspectiva frente a la indolencia de Trump en los días siguientes a «María».

Baste subrayar que al quinto había dejado a ese territorio caribeño sin electricidad y en un 50 por ciento sin agua. Fue entonces cuando el multimillonario presidente escribió un mensaje al gobernador de Puerto Rico,  Ricardo Rosselló: «Estamos con ustedes».

Paralelamente hizo llegar 17 tuits conectados a su criterio de que los atletas de fútbol arrodillados durante el himno nacional, no respetan la bandera de Estados Unidos. Aquí surgió la pregunta de si Trump tiene el más mínimo prestigio para dar lecciones de patriotismo.

Finalmente reaccionó ante el nuevo aluvión de críticas. ¿Cómo? Echando mano a un tuit que, en medio de la tragedia, pareció despiadado.

Escribió, «Puerto Rico está en graves problemas», así como que sus miles de millones de dólares en deudas con Wall  Street «deben ser afrontados».

Ese tuit, opinó Oppenheimer, resultó igual a exigirle comer sano y hacer y ejercicio a quien llega a una sala de emergencia en estado crítico.

Sucede cuando los centros hospitalarios de Puerto Rico  no tienen electricidad y la mitad de su territorio carece de agua, saldo que Oppenheimer valora inconcebible. Sobre todo que en medio de tal escenario el presidente esté preocupado por los intereses de Wall Street.

¿Quién afirmó eso? Alguien sumado a la misma escala de valores que guía la actuación de Donald Trump. Para más señas, Andrés Oppenheimer, un hombre de los servicios especiales de Estados Unidos y enemigo de Puerto Rico.

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